Comparación de la actual deuda latinoamericana con las indemnizaciones alemanas después de la Primera Guerra Mundial
Comparación de la actual deuda latinoamericana con las indemnizaciones alemanas después de la Primera Guerra Mundial
Author
Webb, Steven
Abstract
Los problemas de la deuda de Latinoamérica de la década de los años 80 son comparables en algunos aspectos con el problema de las demandas aliadas a Alemania por reparaciones, después de la Primera Guerra Mundial. Parecieran importantes cuatro dimensiones de comparación: las percepciones de legitimidad, el tamaño de las deudas, las alternativas de ajuste macroeconómico y la estructura de incentivos para acreedores y deudores en orden a cambiar sus posiciones.Aunque la deuda latinoamericana y las obligaciones de reparación alemana se originaron de modos diferentes e incitaron diferentes sentimientos políticos, los gobierno democráticos han tenido problemas similares con la oposición populista a sacrificarse por un aparente beneficio para los extranjeros.De acuerdo a medidas convencionales de los montos de la deuda en relación a la habilidad para pagar, el cargo de la reparación alemana era extraordinariamente alto a principios de los años 20, pero las reprogramaciones en 1924 y 1929 rebajaron aquellos cargos a niveles similares a los de los principales deudores latinos actuales.\nCombinaciones similares de presiones económicas y políticas conducen a los deudores latinoamericanos y del Weimar germano a ciclos macroeconómicos similares, confiándose más en un principio, en la austeridad fiscal, luego en nuevos préstamos, y después en la creación de dinero, hasta que el sufrimiento de la inflación excesiva los llevaría de vuelta a la reforma financiera. Desafortunadamente, ni los acreedores de Latinoamérica ni del Weimar germano estaban dispuestos a reprogramar deudas, a menos que la economía deudora estuviese en las ruinas, principalmente como resultado de malas políticas. Por otro lado, la expansión continuada del comercio mundial y los mercados de capitales han dado a los deudores más incentivos en los años 80 que en los años 30 para restaurar su credibilidad crediticia.