This article presents the necessity of taking distance from a widely shared conception by experts and commentators with regards to multitude mobilization. The capacity to manifest a man's popularity or a cause iscommonly contributed to this very conception. Moods are thereby deduced from the observation of behaviours or individual beliefs, assuming that acclamation is equivalent to an act of adherence. The author's demonstration isthe following: 1) to show the reasons for the astonishing social effectiveness ofthis conception; and 2) to indicate that expert interpretations should not abusively reduce the act of acclamation to the mere exercise of an act of will, which debatably derives the existence of public moods from the observation of the participants' behaviour in a multitudinal concentration. The conclusion of the article rests on the necessity to give back social density to those "effervescence moments", forcing the author to clarify his/her point of research.    El artículo plantea la necesaria toma de distancia respecto a una concepción ampliamente compartida por los comentaristas y expertos de la movilización de las multitudes. Se atribuye comúnmente a ésta la capacidad de manifestar la popularidad de un hombre o de una causa. Se deduce así estados de ánimo de la observación de comportamientos o de creencias individuales, suponiendo que la aclamación equivale a un acto de adhesión. La demostración del autor consiste en cambio en 1. mostrar las razones de la asombrosa eficacia social de esta concepción; y 2. señalar que las interpretaciones expertas no deberían reducir abusivamente el acto de aclamación al mero ejercicio de un acto de voluntad, haciendo derivar discutiblemente la existencia de estados de ánimo del público de la observación de los comportamientos de los participantes en una concentraciónmultitudinaria. El artículo concluye sobre la necesidad de devolver una densidad social a esos “momentos de efervescencia”, esforzándose por precisar la postura de investigación del autor.