Sin lugar a duda, el tema que hoy preocupa a los movimientos contemporáneos y fundamentalmente a los latinoamericanos, es la búsqueda por desarrollar una arquitectura apropiada, en la cual se fusionen nuevas formas y tecnologías arquitectónicas, adaptadas a los valores locales. De esta manera se pretende asegurar la continuidad en los procesos históricos de las ciudades y su cultura, evitando así las continuas rupturas ocasionadas por la ausencia de diálogo entre obra, habitante y medio.