Ten years ago there was more talk and writing about non-alignment. The leaders of non-aligned states today seem less inclined than before to go public with common attitudes and to present themselves as such. Bandung in 1955 and Belgrade in 1961 were occasions when non-aligned states came together to discuss their place in contemporary affairs. Since then there have been no other meetings and there have been very few statements about his specific role. Was non-alignment just a passing fad, a temporary phase in the development of the new and recently independent states? Or on the contrary, as alliances, is it something so accepted in international politics and national orientation, that we must take it as a fact? After two decades we are at an opportune moment to look back and re-evaluate both the claims and the nature of the non-alignment, the degree of its reality and its possibilities of moving forward.Diez años atrás se hablaba y se escribía más sobre la no-alineación. Los líderes de los estados no-alineados hoy parecen menos inclinados que antes a hacer públicas actitudes comunes y a presentarse como tales. Bandung en 1955 y Belgrado en 1961 fueron ocasiones en las que los estados no-alineados se reunieron para plantear su lugar en los asuntos contemporáneos. Desde entonces no ha habido otras reuniones y han sido muy pocas las declaraciones sobre su papel específico. ¿Fue la no-alineación solo una moda pasajera, una fase temporal en el desarrollo de los estados nuevos y recientemente independizados? O al contrario, en su calidad de alianzas, ¿se trata de algo de tal modo aceptado en la política internacional y en la orientación nacional, que debemos tomarla como un hecho? Después de dos décadas estamos en un oportuno momento para mirar atrás y volver a evaluar, tanto las pretensiones como la naturaleza de la no-alineación, el grado de su realidad y sus posibilidades de seguir adelante.