Desde 2013, cuando CADE cambió su política anti-carteles para impulsar los acuerdos de cese y desista, el número de acuerdos de inmunidad se ha mantenido estable mientras que los acuerdos de cese y desista se han disparado. Utilizando tres enfoques (marco legal, teoría de juegos y análisis económico de la ley), este texto evalúa cómo las características de los cárteles oficiales resilientes, es decir, la colusión organizada y sostenida dentro del estado, hacen que la nueva política anti-cartel del CADE sea inadecuada para combatirlos. Argumentamos que al dar prioridad a los acuerdos de cese y desista, el CADE ha aumentado los pagos de los cárteles, reducido los mecanismos de detección y aumentado la falta de control, haciendo de la opción de permanecer dentro del cartel oficial la estrategia dominante.Since 2013, when CADE changed its anti-cartel policy to boost cease-and-desist agreements, the number of immunity agreements has remained stable whereas cease-and-desist agreements have skyrocketed. Using three approaches — legal framework, game theory and economic analysis of the law —, this paper assesses how the characteristics of resilient official cartels, that is, collusion organized and sustained inside the state, make CADE’s new anti-cartel policy inappropriate to fight them. We argue that by prioritizing cease-and-desist agreements CADE has increased the payoffs of cartels, lowered detection mechanisms and increased underdeterrence, turning the option to stay inside the official cartel into the dominant strategy.