A través de un análisis filosófico de los conceptos tiempo y espacio, el autor los relaciona con la cultura urbana contemporánea y con las ciudades actuales, con sus traumas más temidas-inseguridad-y sus problemas de falta de lugares que permitan la convivencia ciudadana.  El espacio civil público, entendido como el lugar por excelencia para convivir con los otros y consigo mismo, debería ser la gran preocupación de diseñadores urbanos y políticos de la mayoría de las ciudades en Latinoamérica.