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dc.contributores-ES
dc.creatorArteaga, Álvaro
dc.date2011-12-01
dc.date.accessioned2019-04-22T14:24:42Z
dc.date.available2019-04-22T14:24:42Z
dc.identifierhttp://www.revista180.udp.cl/index.php/revista180/article/view/504
dc.identifier10.32995/rev180.Num-28.(2011).art-504
dc.identifier.urihttp://revistaschilenas.uchile.cl/handle/2250/51195
dc.descriptionTres caminos y formas de cazar lo que siempre hemos llamado las musas inspiradoras, rollizas juguetonas que suelen mantenerse escondidas. Pero no siempre hay que esperar pasivamente hasta que ellas quieran aparecerse de forma voluntaria ante nuestros ojos, ya que se puede desarrollar un método de traerlas (sea a regañadientes o no) hacia nosotros. ¿De dónde nacen las ideas y cuál es el proceso que las articula una vez que éstas han sido expuestas a la luz propia? En los siguientes ejemplos se muestran tres casos en los que se podrán distinguir algunas de las formas de relacionar la idea que germina en un principio junto con el proceso creativo y de las relaciones existentes entre el que puede ser el encargo como el autoencargo. En el camino que debe recorrer la construcción de una pieza ilustrativa encontraremos etapas claves como el plasmar la idea en un boceto preliminar, para luego dar paso a las etapas de perfeccionamiento de la idea, del concepto y, claro está, de la obra misma que se desenvuelve y se va desplegando ante nuestros ojos. Siempre, eso sí, bajo la estricta mirada de aquel que la realiza, teniendo como herramienta no solo el lápiz y el papel sino que la autocorrección y la relación entre encargo y encargante de la pieza, llamado en la mayoría de los casos el cliente. Lo que sí debe primar siempre es la potencia del concepto, ente que nace a partir de la observación, que articula y da vida a la idea en un comienzo, y es éste el que debe mantenerse siempre en el horizonte mientras se desarrolle la obra, ya que sin concepto no existen cimientos suficientes para poder plantear como en estos casos un discurso formal a través de la ilustración. En uno de los casos expuestos se muestra cómo mediante el concepto de analizar parte de la fauna que habita nuestro país se puede articular una serie de piezas que a través del dibujo retratan a los personajes que cohabitan en una ciudad chilena. En este artículo también se expone la importancia de aquellos límites que le son propios a una pieza tanto de diseño como de ilustración, como son el formato, la cantidad de tintas que se pueden utilizar, etc. Son éstas algunas de las variables que afectan no al concepto pero sí al modo en que se trabaja, siendo el trabajo final un fiel reflejo (no siempre reconocible a simple vista) de los diversos factores que fueron moldeando y forjando lo que se muestra como producto final.es-ES
dc.formatapplication/pdf
dc.languagespa
dc.publisherUniversidad Diego Portaleses-ES
dc.relationhttp://www.revista180.udp.cl/index.php/revista180/article/view/504/366
dc.rightsCopyright (c) 2018 Revista 180es-ES
dc.rightshttp://creativecommons.org/licenses/by/4.0es-ES
dc.sourceRevista 180; Núm. 28 (2011): REALIDADES INVISIBLESen-US
dc.sourceRevista 180; Núm. 28 (2011): REALIDADES INVISIBLESes-ES
dc.source0718-669X
dc.source0718-2309
dc.subjectes-ES
dc.subjectIlustración; proceso; observación; comunicaciónes-ES
dc.titleATERRIZANDO LAS MUSAS A TRAVÉS DEL PROCESO CREATIVOes-ES
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/article
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/publishedVersion
dc.typeen-US
dc.typees-ES


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