Este trabajo aborda tres referentes de la historieta nacional que tienen en común haber representado al chileno de los sectores populares en distintos contextos. Desde los extremos, Juan Verdejo y Checho López se remontan a dos situaciones de conflicto: por un lado, los efectos de la gran crisis mundial en un país que se desmoronaba con la caída del precio del salitre a comienzos de los años treinta; por el otro, la situación política y social a fines de los años ochenta. Condorito, surgido en la medianía del siglo XX, logró una amplia identificación con la época del modelo de desarrollo hacia adentro, donde parecía que nada sucedía más allá de la plaza o la esquina. El acercamiento que proponemos aquí se sitúa desde tres ámbitos de la representación propuesta a través de estos personajes: la escala (el escenario), la palabra (el lenguaje) y la mirada (el punto de vista).