Arterias Hepáticas Aberrantes: Estudio en 64 Cadáveres Disecados
Author
Ottone,Nicolás Ernesto
Arrotea Molina,Agustín
Domínguez,Mario Luis
Lo Tartaro,Maximiliano
García de Quiros,Nicolás
Medan,Carlos
Blasi,Esteban
Bertone,Vicente Hugo
Abstract
La promoción del conocimiento de la distribución vascular hepática, tanto clásica como de sus variaciones, es fundamental para planear y realizar todos los procedimientos quirúrgicos y radiológicos en el abdomen superior. Se disecaron 64 cadáveres, formolizados al 10%, entre 1980 y 2005. Primero se abrió la cavidad abdominal con incisión en boca de horno, luego se investigaron fundamentalmente el omento menor y el pedículo hepático y se procedió a la disección del compartimiento supramesocólico. Los resultados de las disecciones fueron agrupados en 5 clases: Clase 1 (73,44%): Disposición arterial clásica. Clase 2A (9,37%): Arterias hepáticas izquierdas aberrantes accesorias con origen en la arteria gástrica izquierda. Clase 2B (4,69%): Arterias hepáticas izquierdas aberrantes reemplazantes con origen en la arteria gástrica izquierda. Clase 3A (3,12%): Arterias hepáticas derechas aberrantes accesorias naciendo con origen en la arteria mesentérica superior. Clase 3B (3,12%): Arterias hepáticas derechas aberrantes reemplazantes con origen en la arteria mesentérica superior. Clase 4 (3,12%): Disposición combinada de arterias hepáticas izquierda y derecha aberrantes. Clase 5 (3,12%): Arteria hepática común aberrante reemplazante con origen en la arteria mesentérica superior. Concluimos que la disposición normal de la anatomía hepática fue hallada en el 73,44% y que existe una significativa frecuencia de aparición de arterias hepáticas aberrantes (26,56%). De esta manera, definimos dos sitios fundamentales de origen de arterias hepáticas aberrantes: la arteria gástrica izquierda de la que se originan las arterias hepáticas izquierdas aberrantes (Clase 2 (A-B) 14,06%), recorriendo el omento menor y la arteria mesentérica superior de la que se originan las arterias hepáticas derechas aberrantes (Clase 3 (A-B) 6,24%), realizando un peligroso trayecto retroduodenoportal. Es fundamental la investigación precisa del omento menor y de la cara posterior del pedículo hepático por la posibilidad de hallazgo de estas arterias hepáticas aberrantes