A Case of Equitable Maritime Delimitation: Nicaragua and Colombia in the Western Caribbean Sea
Un caso de solución equitativa de delimitación de fronteras marítimas: Nicaragua y Colombia en el Mar Caribe Occidental
Author
Reichler, Paul S.
Full text
https://tribunainternacional.uchile.cl/index.php/RTI/article/view/2707410.5354/rti.v2i3.27074
Abstract
The unanimous judgment the International Court of Justice in November 2012 which resolved the boundary dispute between Nicaragua and Colombia in the western Caribbean Sea has generated considerable attention and commentary. Almost all of it has been highly favorable, with the sole exception of the reaction by Colombia, which purported to “reject” the Court’s Judgment and commenced procedures to withdraw its acceptance of ICJ jurisdiction in regard to future cases. This article demonstrates that the Court’s Judgment reflects the application of well-established legal principles of maritime boundary delimitation, and results in an equitable solution that is balanced and fair to both Parties. By analyzing the unique geographical circumstances of this case and discussing the methodologies and reasoning the Court employed in these circumstances to delimit the disputed maritime area, the article demonstrates that the delimitation line established by the Court was a creative solution to a difficult and complex geographic situation, which at the same time is firmly rooted in and consistent with well-established jurisprudence. As a result, the maritime boundary that the Court fixed between Nicaragua and Colombia allows the coasts of both States to generate maritime entitlements in a reasonable and mutually balanced way. Not only is the Court’s Judgment equitable to both Parties; it is also legally binding on them. There is no basis for either State to “reject” it, and no justification for refusing to entrust future cases to the Court, which remains an indispensable forum for the peaceful resolution of disputes between States according to the rule of law. El fallo unánime de la Corte Internacional de Justicia de noviembre de 2012 que resolvió la disputa fronteriza entre Nicaragua y Colombia en el oeste del mar Caribe ha generado una gran atención y comentarios. Casi todos han sido favorables, con la única excepción de la reacción por Colombia, que pretendía “rechazar” la sentencia de la Corte e inició un procedimiento de retirada de su aceptación de la jurisdicción de la CIJ respecto de los casos futuros. En este artículo se demuestra que la sentencia de la Corte refleja la aplicación de los principios jurídicos bien establecidos de la delimitación de fronteras marítimas, dando lugar a una solución equitativa que es equilibrada y justa para ambas partes. Mediante el análisis de las circunstancias geográficas únicas de este caso y la discusión de las metodologías y del razonamiento empleados por la Corte en estas circunstancias para delimitar la zona marítima en disputa, el artículo demuestra que la línea de delimitación establecida por la Corte fue una solución creativa para una situación geográfica difícil y compleja, que al mismo tiempo está firmemente enraizada y en consonancia con la jurisprudencia bien establecida. Como resultado, la frontera marítima que la Corte fijó entre Nicaragua y Colombia permite a las costas de ambos Estados generar derechos marítimos de una manera razonable y mutuamente equilibrada. No solo es la sentencia de la Corte equitativa para ambas partes, sino que también es jurídicamente vinculante para ambas. No hay ninguna base para que cualquiera de los Estados la “rechace” y no hay justificación para negarse a someter futuros litigios ante la Corte, que sigue siendo un foro indispensable para la solución pacífica de las controversias entre los Estados de acuerdo con el estado de derecho.