This article analyzes the political, economic, and social events that occurred in Uruguay in 2016. This was a key year in Uruguayan politics given that a series of political and economic challenges put the ruling Frente Amplio (FA) under real strain, perhaps for the first time since it came to office. First, the Frente Amplio lost its parliamentary majority in the Chamber of Deputies, which created a completely new scenario for the government. Second, the fiscal deficit reached 4% of GDP in December 2016: the largest deficit in more than two decades. This poses a challenge to both the government and its leftist agenda. Third, public approval of President Vaìzquez has declined dramatically, leading to a situation in which more Uruguayans disapprove of their President than support him—something that has not happened since 2005. Finally, the accusations that led Vice-President Sendic to resign increased political tensions within the ruling coalition. This constellation of factors suggests that the extended honeymoon the Frente Amplio had enjoyed is now over.Este artículo analiza los eventos políticos, económicos, sociales y de economía política ocurridos en Uruguay durante 2016, proveyendo un conjunto de información relevante y consistente con anteriores números de este anuario. El 2016 es un año clave en la política uruguaya dado que una serie de eventos de carácter político y económico ponen en tensión al gobernante Frente Amplio, tal vez por primera vez desde que está en el gobierno. En primer lugar, el Frente Amplio pierde la mayoría parlamentaria en la cámara de diputados, lo que plantea un escenario completamente nuevo para el gobierno. En segundo lugar, el déficit fiscal alcanza un 4% del PIB a diciembre de 2016, siendo el mayor déficit en más de dos décadas. Esto plantea un desafío tanto para el gobierno, como para la propia fuerza de izquierda, en términos de acuerdos sobre el programa de gobierno. En tercer lugar, el presidente Vázquez recibe durante 2016 más desaprobaciones a su gestión que aprobaciones, algo inédito desde 2005. En cuarto lugar, el fuerte desprestigio sufrido por la figura del vicepresidente Sendic acrecienta las tensiones políticas dentro de la coalición gobernante. Estamos ante el fin de una luna de miel de dos lustros del Frente Amplio (FA).