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Reseña de libro. Situación actual y propuestas educativas del catolicismo chileno. Los hilos conductores del análisis

Book Review. Current Situation and Educational Proposals of Chilean Catholicism. Main Issues of Analysis

Author
Torrendell, Carlos Horacio; Departamento de Educación, Pontificia Universidad Católica Argentina

Full text
http://pensamientoeducativo.uc.cl/index.php/pel/article/view/792
10.7764/PEL.52.2.2015.
Abstract
Patricia Imbarack (Ed.).  (2015).  Educación católica en Chile.  Perspectivas, aportes y tensiones.  Santiago, Chile: Ediciones UC, 454 páginas. El libro que tengo en mis manos representa una pieza original y polifónica en el contexto de las actuales producciones académicas sobre la educación católica en la región.  Su originalidad reside en parte en su emergencia novedosa, dada la escasez de estudios de este tipo en el espacio latinoamericano, y en parte en su propia diversidad.  Así, la polifonía de la obra se manifiesta a través de las perspectivas de análisis, de los diversos registros de escritura y de los focos que se delinean en cada capítulo. Patricia Imbarack desarrolló como curadora un cuidadoso trabajo de convocatoria a distintos expertos y protagonistas que dio sus frutos.  La edición se organiza a través de dos grandes partes: la primera reúne una serie de capítulos dedicados a la educación superior, particularmente la universitaria, y la segunda releva miradas sobre las escuelas.  A la vez, cada parte entrecruza simultáneamente dos perspectivas de análisis: la primera, referida a las discusiones teóricas y magisteriales destinadas a esclarecer el sentido de las universidades y las escuelas católicas en el contexto cultural actual.  A este respecto, los capítulos vislumbran una serie de desafíos que pueden identificarse como propios del estadio actual de la cultura occidental imbricada, en este caso, en la región latinoamericana.  La segunda perspectiva de análisis pone el pie en la situación de las instituciones católicas (incluidas las de inspiración católica) en el marco del sistema educativo chileno, con sus particularidades sociales, políticas y económicas.  Las tensiones sobre la identidad en la universidad católica chilena En la parte referida a las universidades católicas, sin duda el tema protagonista que atraviesa varios capítulos es el de su identidad.  Esta es tal vez la cuestión de mayor complejidad en una cultura signada por la modernidad líquida (Bauman, 2004), utilizando una de tantas denominaciones à la page.  El desafío de la identidad releva así, a través de los capítulos, algunas dimensiones del problema. En esta línea, Ignacio Sánchez, en el primer capítulo, presenta algunas ideas del magisterio eclesiástico centradas en el problema de la misión e identidad de las universidades católicas, y desde aquí se analizan los desafíos de la identidad, la libertad de enseñanza y la calidad en situación.  Así, se pone de manifiesto cómo, en el caso chileno, se desarrolla una tensión entre la mejora de la calidad con tendencias a la estandarización —promovida desde el Estado y buscada por algunas universidades— y la necesaria libertad y diversidad que requieren las universidades católicas tanto para desarrollar su ideario como para poder innovar en función de las comunidades con las que trabaja. En el segundo capítulo, Cristian Roncagliolo se focaliza en un tema siempre presente en la educación superior católica: la pastoral universitaria.  Se identifica una grave crisis porque se afirma —retomando un severo diagnóstico del Documento de Aparecida (Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, 2007, 100d)— que la Iglesia en América Latina no tiene una presencia relevante en la generación de cultura en el mundo universitario.  Nuevamente parece apelarse a la misión de la universidad católica de recrear una cultura actual signada por el cristianismo.  El autor desarrolla a partir de su diagnóstico los elementos que permiten una renovación de la pastoral universitaria y despliega una propuesta de trabajo para concretar una Iglesia discipular y en salida hacia las periferias.  Sobre esta base cabría desarrollar en un futuro una modelización más específica que enfrente el problema señalado en el diagnóstico diseñando proyectos que permitan reunir creatividad cultural y evangelización tanto en la dimensión subjetiva comunitaria como en la producción de cultura objetiva. José Antonio Guzmán se concentra en los desafíos que las universidades de inspiración cristiana —no declaradas oficialmente católicas— enfrentan en materia de gestión, aunque su perspectiva podría aplicarse también a las mismas universidades católicas.  El argumento inicial se focaliza en retomar el planteo humanista clásico sobre la necesidad de integrar el saber mediante la interdisciplinariedad —que incluye la visión de la teología, la filosofía, las humanidades y las ciencias sociales— y la huida de planteos positivistas y utilitarios.  Esta es la única forma de realizar un aporte a la cultura actual caracterizada por la fragmentación y la pérdida del sentido de la vida y la profesión.  En este marco, se plantea la necesidad de encarnar un tipo de liderazgo institucional (predicable del rector y de otras autoridades) que, teniendo presente el ideario, genere consensos y mediaciones sin ejercer un control que ahogue los legítimos espacios de autonomía vital.  Esto conlleva una estrategia que se focaliza en tensionar a la comunidad hacia su identidad institucional, caracterizada en este caso fuertemente por el ideal humanista ya señalado, cuidando diversos aspectos de la vida académica: el currículum, lo pedagógico, la constitución del cuerpo docente, la libertad de investigación.  El capítulo articula así un aspecto central de la identidad universitaria, junto con un tipo de ejercicio del poder y la propuesta de algunos caminos para lograr de forma orientativa la finalidad señalada. El cuarto capítulo, desarrollado por Judith Scharager, Manuel Villalón, Alex Meza y Gonzalo Hidalgo, presenta los resultados de una investigación que aborda la política de aseguramiento de la calidad en las universidades católicas.  Tras reconocer que el concepto de calidad está referido en el sistema chileno a que cada universidad cumpla con los propósitos que se autoimpone, el trabajo presenta las metas que las ocho universidades católicas se proponen consolidar.  A la vez, verifica el nivel de acreditación de cada una de las dimensiones planteadas a fin de delinear un balance que resulta claramente positivo.  Sin embargo, la investigación provee datos que permiten afirmar que la presión externa por el logro de una calidad estandarizada, cuestión que regresa como en anteriores capítulos, limita el despliegue de las finalidades institucionales vinculadas con la identidad, la formación integral, ética y social y la producción de investigaciones novedosas signadas por la visión institucional. Mauricio Bicocca revisita desde otra perspectiva la vigencia de la formación humanista en la universidad católica.  La racionalidad reductiva y la ética acotada de la cultura contemporánea se manifiestan para el autor en la tendencia de la educación basada en competencias.  Esta sería la forma actual del rebrote utilitarista en el mundo educativo.  A partir de un enfoque humanista se critica esta perspectiva pedagógica por su idiosincrasia, alejada de una adecuada vía contemplativa, por su funcionalismo y por su supuesta neutralidad.  Por esto se propone revitalizar las artes liberales o humanidades mostrando algunas consecuencias positivas de su presencia justamente para enriquecer la misma razón práctica.  Este argumento, aunque concuerde con la necesaria integración entre humanidades y formación profesional y académica, deja pendiente el problema enunciado con precisión en el capítulo anterior: la sola presencia de materias humanistas en el currículum, sin un tratamiento pedagógico vital e integrado que permita desarrollar hábitos y capacidades que encarnen la formación integral, se convierte en una especie de enciclopedismo humanista que también contradice su misma propuesta.  La comprensión y la consecuente acción humana a partir de una visión integral ya se ha demostrado que no surge espontáneamente del análisis de obras y disciplinas.  Queda pendiente delinear propuestas que tracen una estrategia integradora y creativa que supere las limitaciones de ambos enfoques. Juan Pablo Faúndez aborda la cuestión del subjetivismo y la pluralidad de la cultura contemporánea, como legado moderno, en su relación con el magisterio de la Iglesia y con la situación de la universidad.  Para el autor, algunas corrientes políticas e ideológicas de los últimos siglos apuestan a viabilizar la convivencia plural a través de la hegemonía de mínimos culturales.  En cambio, el magisterio y la experiencia educacional de la Iglesia, también en Chile, persiguen máximos que deben ser integrados y reconocidos en el debate público.  De esta forma, se evita la discriminación negativa y se despliega una cultura plural y a la vez dialógica.  Este texto marca el norte para que la educación católica, y no solo las universidades, desarrollen políticas novedosas de presencia pública superando esquemas más defensivos causados en parte por la racionalidad del Estado educador y sus supuestos. Guillermo Marini finaliza la parte universitaria de esta compilación tratando los desafíos del profesor en universidades católicas.  Propone un perfil de un docente signado por el encuentro, el testimonio y el diálogo.  Para ello, formula algunas pistas para encarnar esta caracterización evitando simultáneamente neutralismos que esconden indiferencias y cerrazones que están cerca de la manipulación.  El texto y sus orientaciones permiten concretar en el nivel docente lo que en capítulos anteriores se delineó en el nivel institucional a partir de la asunción y explicitación de la propia visión pedagógica y su relación con la identidad institucional.  Este tipo de caminos que formulan ideas vitales pueden ser también estrategias para concretar políticas académicas y pastorales con el cuerpo docente. En síntesis, en esta primera parte se desarrolla la visión magisterial —anclada a su vez en el humanismo cristiano— sobre la búsqueda de la verdad armónica, sobre el diálogo entre fe y razón y sobre la integración del saber encarnada en la experiencia y en el testimonio de vida cristiana.  Los capítulos abordan orientaciones y guías para encontrar formas que en el marco de la doctrina posconciliar convoquen a la comunidad universitaria a manifestar, a partir de la libre adhesión de la conciencia personal, la identidad católica de la institución.  El desafío se amplía además porque, como queda claro en lo antedicho, la identidad católica de las universidades no solo implica —y así lo especifican los autores— una adhesión de fe, sino que también conlleva una cierta preferencia, por decir lo menos, por una cosmovisión filosófica personalista y realista.  Cabe destacar (en varios capítulos puede constatarse) que esta visión filosófica integra los aportes contemporáneos sin agotarse en un escolasticismo arcaico.  La complejidad y multidimensionalidad de los desafíos escolares La segunda parte de esta compilación comienza con un capítulo elaborado por Tomás Scherz y Cristián Infante que retoma la tensión entre identidad de la escuela católica y aseguramiento de la calidad educativa.  El texto propone algunos criterios orientativos que operacionalizan el modelo de escuela católica, configurando así un ethos particular en el contexto de la sociedad plural.  Sin embargo, este modelo y este ethos entran en tensión con los procesos de estandarización de la calidad educativa porque estos no permiten incluir todas las dimensiones originales del modelo educativo confesional y centrado en la educación integral.  La evaluación de la calidad se convierte así, nuevamente, como ya se manifestó en la primera parte, en un limitante de la misión institucional y de su riqueza pedagógica. Paulo Volante se concentra en los procesos de mejora educativa de las escuelas católicas.  Desarrolla en el capítulo una síntesis valiosa de antecedentes de investigación sobre el efecto de la educación católica y de los factores y dimensiones asociados a buenos resultados educativos.  El autor, a partir de su experiencia como responsable de posgrados destinados a la formación de líderes educativos en la Pontificia Universidad Católica de Chile, caracteriza una serie de proyectos de mejora desarrollados en instituciones católicas.  Se tratan dos dilemas centrales: el de proceso versus producto y el de la formación de las personas versus el logro de estándares de calidad y rendimiento exigidos por el sistema.  El análisis de casos que presenta para concluir permite confirmar dimensiones y factores propios de las escuelas católicas, como así también la superación posible de los dilemas planteados por la vía de la integración. La libertad religiosa, a través del capítulo de Ana María Celis, se convierte aquí en otro eje de análisis de las reformas educativas en Chile.  La autora se remonta a los orígenes del sistema educativo chileno y explica cómo la escuela confesional es hija de la libertad de cultos que se definió en el siglo XIX.  Presenta luego un panorama cuantitativo y la caracterización canónica de la escuela católica junto con los desarrollos normativos que regulan al mismo Estado en su relación con la sociedad, sus convicciones y sus escuelas.  Se postula una concepción de laicidad que supera el supuesto neutralismo estatal por la promoción de la dimensión religiosa de la vida social.  El análisis normativo del caso chileno explicita la riqueza de articulaciones posibles entre el derecho a la educación para todos y la libertad de enseñanza y pone de manifiesto una vez más que lo religioso se constituye como una dimensión de la vida cultural que no puede ser acotada como ninguna otra.  El espacio público educativo, tanto en la escuela estatal como en la privada, tiene que estar abierto a las conciencias, es decir, a las creencias confesionales o laicas. Alexandrine de La Taille presenta el caso de la integración de la comunidad femenina religiosa católica denominada Sociedad del Sagrado Corazón en los orígenes de la formación de maestras en el Chile decimonónico.  Su mirada delinea las estrategias institucionales, los desafíos y la comparación con la formación de preceptores masculinos (maestros), evidenciando en su contexto un intento por brindar una formación de calidad.  Luego, entre los avatares de las políticas laicistas de los años 70 y 80 del siglo XIX, el Estado chileno prescinde de las religiosas, quienes dejan de regentear la Escuela Normal de Preceptoras.  Se percibe así, en este caso, en tiempos todavía híbridos en los orígenes de los sistemas educativos latinoamericanos, las posibles articulaciones entre educación religiosa y desarrollo de instituciones innovadoras frente a los desafíos públicos de la educación.  Los tiempos actuales también son proclives a experiencias mestizas y novedosas que a la vez cuiden fuertemente la libertad de conciencia. El planteo de orientaciones destinadas a desarrollar un perfil del educador católico, que discierna en diálogo las formas adecuadas para promover el desarrollo integral, es la propuesta de James Morin.  Para ello desarrolla las funciones profética, celebrativa, comunitaria y transformativa que el docente católico encara como parte de una Iglesia que quiere actualizar la misión de Jesucristo.  A partir de una visión magisterial se analiza el Programa de Educación Religiosa Escolar Católica, identificándose sus riquezas como sus limitaciones precisamente en relación con las nuevas formas de un diálogo destinado a presentar la integralidad del mensaje de la Iglesia en interacción con la cultura actual.  Retoma así orientaciones y estrategias del magisterio de la Iglesia y de la fecunda obra del jesuita canadiense Bernard Lonergan (1904-1984) centrada en el desarrollo de distintos niveles de la conciencia intencional.  La visión que se presenta y los criterios orientadores que surgen de esta original síntesis pueden convertirse en un modelo valioso para viabilizar creativamente la formación de docentes católicos y de religión.  Queda pendiente el diseño de instituciones, contenidos, estrategias didácticas, espacios y tiempos en los que pueda plasmarse este tipo de propuestas.  Rodrigo Fuentealba y Patricia Imbarack se adentran también en los desafíos de la enseñanza de la religión católica cruzados por la profesionalidad docente.  El caso chileno resulta de interés porque en América Latina es una excepción (aunque se repite en algunas localidades) la enseñanza religiosa católica en las escuelas estatales.  El texto presenta un diagnóstico de la situación de este tipo de docentes y las tensiones que surgen por su particular disciplina y finalidad y por su encuadre institucional.  Además, también por los distintos perfiles profesionales en juego que se configuran a partir de distintos posicionamientos en torno de la visión del rol, del hecho religioso y del aporte social.  Así emergen los desafíos de la profesionalización de los profesores de religión católica que pueden agruparse en el fortalecimiento de la colectividad y de la colaboración y a la vez en el robustecimiento de su identidad.  Este capítulo permite adentrarse en un tema poco estudiado en nuestras latitudes, aunque es una cuestión compartida con algunas provincias del norte argentino.  El texto describe adecuadamente las condiciones y tensiones de este perfil profesional y sus necesidades de desarrollo a futuro para resultar coherentes con su misión. Rodolfo Núñez despliega una tesis que pone en relación las dimensiones antropológica, epistemológica, gnoseológica y cognitiva en la construcción del conocimiento en el contexto escolar.  Esto implica desarrollar estrategias para abrir las racionalidades de los estudiantes a distintas formas de conocimiento y de experiencia de tal forma que las racionalidades en boga no obturen el conocimiento religioso, particularmente en relación con el contenido conceptual de la fe, o sea el Credo.  El capítulo pone en cuestión algo propio del currículum invisible de la escuela moderna: los implícitos ideológicos, epistemológicos y gnoseológicos de las distintas disciplinas científicas y sociales y el efecto restrictivo que causan en el desarrollo del conocimiento religioso y teológico a partir de dogmatismos y reduccionismos. Jorge Baeza y Carlos Ábrigo convergen con capítulos previos al caracterizar los desafíos de la educación para la fe en el contexto de la cultura actual y en especial atendiendo a la situación de los jóvenes chilenos.  Para ello describen los problemas del malestar actual de la cultura y de la percepción social en el país y especifican las tensiones existentes: entre antiguos y nuevos paradigmas epocales; las dificultades de educar en la fe en el contexto de una realidad multicultural y multiconfesional; la complejidad de una educación en la fe también caracterizada por lo comunitario y popular en una cultura signada por lo individual y por la satisfacción personal; los problemas del imperio de una racionalidad lógica frente a una racionalidad de sentido asociada a la fe; y la exigencia de educar en la fe con el testimonio más que con el discurso.  Estas tensiones ponen de manifiesto la necesidad de nuevas orientaciones pedagógicas a las que los autores se abocan para finalizar el texto.  El capítulo aporta así a la vez tensiones y orientaciones para que la educación en la fe se renueve en el marco de una cultura del encuentro. Finalmente, Miguel Arce presenta una experiencia escolar católica en un contexto vulnerable que desarrolla un programa de educación en virtudes asociando escuela, padres e hijos/estudiantes.  Esta experiencia se despliega a través de varias instancias pedagógicas y organizacionales y pone el acento en un trabajo integrado que potencia los resultados no solo académicos sino también de la convivencia ad intra y ad extra escuela.  Este tipo de innovaciones en la alianza escuela-familia y en la forma de trabajo escolar manifiestan que es posible lograr impactos positivos en distintas dimensiones de la vida escolar y comunitaria en contextos complejos sin esperar generaciones. Esta segunda parte permite vislumbrar la diversidad de perspectivas de análisis y de contextos a partir de los que puede analizarse el horizonte vital de la escuela católica chilena.   Sin embargo, nuevamente el hilo conductor de la identidad emerge continuamente a lo largo de los capítulos, aunque siempre en vinculación con una apertura integradora de la cultura contemporánea.  El balance Se señaló al principio que, además de la mirada más universal referida al necesario diálogo entre mundo e Iglesia, podían leerse ambas partes de esta obra en una segunda perspectiva: esta consiste en aquilatar los desafíos propios del contexto chileno.  Efectivamente, los recortes temáticos, más allá de manifestar preocupaciones más universales sobre la cultura católica en diálogo con la cultura contemporánea, también emiten señales claras de problemas específicos de la universidad y la escuela chilenas.  Las cuestiones referidas a la evaluación estatal de la calidad y a la vigencia de la libertad de enseñanza (tanto para las comunidades como para la Iglesia, los docentes, las familias y los estudiantes) exteriorizan los paradójicos entredichos que las políticas educativas de cuño neoliberal causan en términos del acotamiento de libertades identitarias, añadiéndose a los más resaltados problemas vinculados con la justicia educativa (lo que deriva en un tema que no puede ser tratado aquí: el carácter neoestatista y neohomogeneizador del neoliberalismo educativo). Por otro lado, también el caso chileno permite identificar los efectos de las políticas de regulación de la formación y la actividad docente y del currículum sobre las formas de inserción de la escuela católica en cada comunidad local.  En este sentido, por las originalidades de la política educativa chilena en el concierto de las naciones latinoamericanas, la lectura de esta compilación se vuelve necesaria para comprender cómo las políticas del Estado y las culturas de la sociedad civil se vinculan y bosquejan el escenario de posibilidades de la escuela católica y cómo esta creativamente interpreta desafíos y diseña estrategias. A modo de balance final, por todas estas razones y muchas más que son difíciles de incluir en una apretada síntesis, esta compilación se inscribe entre aquellas llamadas a marcar un hito de referencia obligada para conocer la educación católica chilena y también de la región.  Será difícil para un investigador del campo no aludir a su contenido si se pretende sustentar el trabajo en antecedentes consistentes.  El libro se inscribe por su variedad de perspectivas en la línea del International Handbook of Catholic Education (2007) compilado por dos pioneros en este campo, Gerald Grace y Joseph O’Keefe.  A su vez, puede resultar un aporte para las distintas revistas académicas que en habla inglesa primero, como la International Studies in Catholic Education, y esperemos que luego en castellano abordan investigaciones sobre la educación católica en la región.  Este es tal vez el desafío más acuciante que queda pendiente: la obra cuyo comentario aquí se cierra delinea un estado de situación y de reflexión.  Aborda algunas investigaciones específicas que enriquecen el trabajo.  Queda pendiente entonces, dada la magnitud de la educación católica en Chile y en América Latina en su conjunto, el desarrollo de investigaciones de variado cuño, enfoques, métodos y temas para comprender las particularidades y los desafíos de la educación católica en la diversidad de contextos en la que se encuentra anidada. Esta tarea académica será un aliciente para saldar una segunda deuda que asoma a lo largo de toda la obra: es urgente una nueva modelización de la educación católica que tienda puentes entre la misión y la teoría sobre la identidad de las instituciones y la cultura contemporánea.  Si esto no emerge sobrevivirá el desconcierto y la reiteración de ideas generales y de diagnósticos críticos desarticulados.  El Evangelio y la realidad educativa reclaman el desarrollo de nuevos enfoques y modelos culturales, institucionales y pedagógicos que desplieguen con originalidad y efectividad en todos los sectores sociales una educación católica integral, que incluya a todos y resulte simultáneamente crítica, creativa, evangélica y de excelencia.  Referencias Bauman, Z. (2004).  Modernidad líquida.  Buenos Aires: FCE. Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (2007).  Documento de Aparecida.  Buenos Aires: Oficina del Libro de la Episcopal Argentina. Grace, G., & O’Keefe, J. (Eds.). (2007).  International handbook of catholic education: Challenges for school systems in the 21st century.  Doordrecht, The Netherlands: Springer.  http://dx.doi.org/10.7764/PEL.52.2.2015.12
 
Patricia Imbarack (Ed.).  (2015).  Educación católica en Chile.  Perspectivas, aportes y tensiones.  Santiago, Chile: Ediciones UC, 454 pages. The book that I hold in my hands is an original and polyphonic piece in the context of current academic productions on Catholic education in the region.  Its originality lies partly in the novelty of its arrival, given the scarcity of such studies in the Latin American space, and partly in its own diversity.  The polyphony of the work is thus manifested through the perspectives of analysis, the various written levels of analysis, and the focal points outlined in each chapter. As a curator, Patricia Imbarack carried out a thorough task of assembling experts and protagonists which had positive results.  This edition is organized into two main parts: the first one contains a series of chapters dedicated to higher education, and particularly university education, while the second one outlines views on schools.  At the same time, each part simultaneously intersects with two perspectives of analysis: the first one based on the theoretical and pedagogical discussions intended to clarify the meaning of Catholic universities and schools in the current cultural context.  In this regard, the chapters become clear a series of challenges that can be identified as specific of the current state of embedded Western culture, in the Latin American region in this case.  The second perspective of analysis traces the situation of Catholic institutions (including Catholic-inspired institutions) within the Chilean education system, with its social, political, and economic particularities.  Tensions over the identity of the Chilean catholic university In the part of the book referred to Catholic universities, there is no doubt that the main theme in several chapters is that of its identity.  This is possibly the most complex issue in a culture marked by liquid modernity (Bauman, 2004), using one of the many à la page denominations.  The challenge of identity thus reveals certain dimensions of the problem in these chapters. Along these lines, Ignacio Sánchez, in the first chapter, presents some ideas of the ecclesiastical magisterium focused on the problem of the mission and identity of Catholic universities, and based on this he analyzes the challenges of identity, academic freedom, and quality.  It thus becomes clear that, in the case of Chile, tension is developed between improvement of quality with tendencies towards standardization —promoted by the state and sought by some universities— and the necessary freedom and diversity required by Catholic universities, both to develop their ideology and to innovate in terms of the communities with which they work. In the second chapter, Cristian Roncagliolo focuses on a topic that is always present in Catholic higher education: the university pastoral. He identifies a serious crisis since he states —taking up a critical diagnosis in the Documento de Aparecida (Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, 2007, 100d)— that the Church in Latin America has no relevant presence in the generation of culture in the university context.  Once again it appears to be part of the mission of the Catholic university to recreate a present-day culture marked by Christianity.  Based on his diagnosis, the author develops the elements that allow a renewal of the university pastoral and displays a working proposal to form a discipular Church that extends to peripheral areas.  On this basis, a more specific model could be developed in the future to address the problem stated in the diagnosis, designing projects that allow cultural creativity and evangelization, both in the subjective dimension of community and in the creation of objective culture. José Antonio Guzmán centers on the challenges that Christianity-inspired universities —not officially declared to be Catholic— face in terms of management, although their perspective could also be applied to the Catholic universities themselves.  The initial argument is focused on reiterating the classical humanist approach regarding the need to integrate knowledge through interdisciplinarity —which includes the views of theology, philosophy, humanities, and social sciences— and the departure from positivist and utilitarian arguments.  This is the only way of making a contribution to current culture characterized by fragmentation and the loss of meaning for life and profession.  Within this framework, he argues that there is a need to embody a kind of institutional leadership (that can be preached by the rector and other authorities) which, bearing in mind the ideology, creates consensuses and mediation without exercising a control that strangles legitimate spaces of vital autonomy.  This involves a strategy that focuses on pressing the community towards its institutional identity, in this case strongly characterized by the aforementioned humanistic ideal, taking care of various aspects of academic life: the curriculum, pedagogy, the constitution of the teaching staff, freedom of research.  This chapter thus articulates a central aspect of university identity, along with a kind of exercise of power and the proposal of certain ways to achieve the indicated purpose by guidance. The fourth chapter, authored by Judith Scharager, Manuel Villalón, Alex Meza, and Gonzalo Hidalgo, presents the results of research addressing the quality assurance policy in Catholic universities.  After acknowledging that the concept of quality in the Chilean system is related to each university fulfilling its own self-imposed aims, the study outlines the goals that the eight Catholic universities intend to consolidate.  At the same time it verifies the level of accreditation of each of the dimensions proposed in order to define a balance that is clearly positive.  However, the research provides data that allow asserting that the external pressure to achieve a standardized quality, a subject that is mentioned again as in previous chapters, limits the -development of the institutional aims related to identity, comprehensive, ethical and social education; and the production of innovative research characterized by the institutional vision. Mauricio Bicocca revisits the validity of humanist education in the Catholic university from another perspective. Reductive rationality and the limited ethics of contemporary culture are, in the opinion of the author, manifested in the tendency towards competency-based education.  This would be the present form of the utilitarian resurgence in the educational world.  This pedagogical perspective is criticized from a humanistic viewpoint due to its idiosyncrasies, separated from an appropriate contemplative approach due to its functionalism and supposed neutrality.  For this reason, it is proposed that the liberal arts or humanities should be revitalized, demonstrating certain positive consequences of their presence, precisely to enhance the same practical reason.  This argument, while in agreement with the necessary integration between humanities and professional and academic education, leaves pending the problem explained so exactly in the previous chapter: the mere presence of humanist subjects in the curriculum, without vital and integrated pedagogical treatment that allows habits and capacities to be developed that embody a comprehensive education, becomes a kind of humanist encyclopedic approach that also contradicts its own proposal.  Comprehension and the consequent human action based on an integral vision have already been demonstrated as not emerging spontaneously from the analysis of works and disciplines.  It still remains to define proposals that outline an integrating and creative strategy that can overcome the limitations of both approaches. Juan Pablo Faúndez addresses the question of subjectivism and plurality of contemporary culture, as a modern legacy, in its relationship with the magisterium of the Church and the situation of the university.  The author considers that certain political and ideological trends in the last centuries have supported the facilitation of pluralistic coexistence through the hegemony of cultural minimums.  In contrast, the magisterium and the educational experience of the Church, also in Chile, pursue maximums that must be integrated into and recognized in public debate. In this way, negative discrimination is avoided and a plural and dialogic culture is displayed.  The text sets the course for Catholic education, and not solely the universities, to develop innovative policies of public presence, overcoming more defensive schemes resulting in part from the rationality of the Educator State and its assumptions. Guillermo Marini ends the university section of this compilation by addressing the challenges of teachers at Catholic universities.  He proposes a teacher profile marked by encounter, testimony and dialogue.  To achieve this, he formulates certain tips to embody this characterization, simultaneously avoiding neutralisms that conceal indifference and narrow-mindedness that are close to manipulation.  The text and its guidelines make it possible to achieve at the teaching level that which, in previous chapters, was outlined at the institutional level based on the assumption and explanation of the pedagogical vision itself and its relationship with institutional identity.  These types of approaches that formulate essential ideas can also be strategies to establish academic and pastoral policies with the teaching staff. In summary, in this first section, the Magisterium of de Church’s view is developed —anchored in turn to Christian humanism— on the search for the harmonic truth, on the dialogue between faith and reason, and on the integration of knowledge embodied in the experience and testimony of Christian life.  The chapters address orientations and guidelines to find ways that, within the framework of the post-conciliar doctrine, call on the university community to express the Catholic identity of the institution based on free adherence of personal consciousness.  The challenge becomes broader because, as is clear from the above, the Catholic identity of universities does not solely imply —as specified by the authors— adhesion to faith, but also entails a certain preference, to say the least, for a personalist and realist philosophical worldview.  It should be noted (it can be observed in several chapters) that this philosophical view integrates contemporary contributions without exhausting itself in archaic scholasticism.  The complexity and multidimensionality of the school challenges The second part of this compilation begins with a chapter written by Tomás Scherz and Cristián Infante, which looks again at the tension between the identity of the Catholic school and assurance of education quality.  The text proposes certain guiding criteria to operationalize the model of the Catholic school, thus shaping a particular ethos in the context of the plural society.  However, this model and this ethos come into tension with the processes of standardization of education quality, because these processes do not allow all of the original dimensions of the confessional education model, centered on integral education, to be included.  The assessment of quality thus becomes, once again and as manifested in the first section, a limiting factor for the institutional mission and its pedagogical richness. Paulo Volante focuses on the processes of educational improvement in Catholic schools.  In this chapter he produces a valuable synthesis of background research on the effect of Catholic education and the factors and dimensions associated with good educational outcomes.  Based on his experience in charge of postgraduate programs for the training of educational leaders at the Pontificia Universidad Católica de Chile, the author describes a series of improvement projects developed at Catholic institutions.  They address two key dilemmas: process versus product, and the training of individuals versus the achievement of quality and performance standards required by the system.  The case studies that the author presents in conclusion confirm the specific dimensions and factors of Catholic schools, as well as the possible resolution of the dilemmas posed on the road to integration. Religious freedom, in the chapter by Ana María Celis, here becomes another axis of analysis of educational reforms in Chile.  The author goes back to the origins of the Chilean educational system and explains how the confessional school is a child of the freedom of religion as defined in the nineteenth century.  She then presents a quantitative overview and a canonical characterization of the Catholic school, along with the regulatory developments that govern the relationship of the state itself with society, its convictions and its schools.  The author postulates a concept of secularism that exceeds the supposed state neutralism regarding the promotion from the religious dimension of social life.  The normative analysis of the Chilean case explains the richness of possible connections between the right to education for all and freedom of education, and shows once more that religion is established as a dimension of cultural life that cannot be delimited like any other.  The public educational space, both in state and private schools, must be open to consciousness, that is, to confessional or secular beliefs. Alexandrine de La Taille presents the case of the integration of the Catholic religious female community called Sociedad del Sagrado Corazón [Sacred Heart Society] in the origins of teacher training in nineteenth century Chile. She outlines the institutional strategies and challenges, and makes a comparison with the training of male preceptors (teachers), showing in this context an effort to provide quality training.  Then, among the upheavals of the secular policies of the 1870s and 1880s, the Chilean state dispensed with the nuns, who stopped governing the Escuela Normal de Preceptoras [Normal School of Teachers].  In these still-hybrid times in the origins of Latin American education systems, the possible links between religious education and the development of innovative institutions in light of the public challenges of education can thus be perceived in this case.  The present time is also inclined towards mixed and innovative experiences that, in turn, strongly protect freedom of consciousness. James Morin suggests the proposition of guidelines intended to develop a profile for the Catholic educator that discerns the correct methods in the dialogue to promote comprehensive development.  To achieve that, he develops the prophetic, celebratory, community, and transformative functions that the Catholic teacher faces as part of a Church that wants to upgrade the mission of Jesus Christ.  Based on a Magisterium view, he analyzes the Catholic School Religious Education Program, identifying its assets and its limitations specifically in relation to new forms of dialogue intended to present the integrity of the Church's message in interaction with contemporary culture.  He thus goes back to the guidelines and strategies of the Church magisterium and the fruitful work of Canadian Jesuit Bernard Lonergan (1904-1984), focused on the development of different levels of intentional consciousness.  The view presented and the guiding criteria that emerge from this original synthesis can become a valuable model to creatively facilitate the training of Catholic and religion teachers.  The design of institutions, content, teaching strategies, spaces, and times in which such proposals can be created, still remains to be done. Rodrigo Fuentealba and Patricia Imbarack also explore the challenges of Catholic teaching in connection with teacher professionalism.  The case of Chile is interesting because Catholic religious education in state schools is an exception in Latin America (although it is repeated in certain places).  The text presents a diagnosis of the situation of this type of teacher and the tensions arising due to their particular discipline and purpose, and their institutional framework; as well as the different professional profiles in play that are configured based on different positions regarding the view of the role, religion, and social contribution.  Therefore, the challenges of professionalizing Catholic religion teachers are revealed, which can be grouped into strengthening collectivity and cooperation, as well as the reinforcement of their identity.  This chapter provides an insight into a little-studied topic in these parts, although it is an issued shared with some northern provinces of Argentina.  The text amply describes the conditions and tensions of this professional profile and their needs for future development in order to be consistent with their mission. Rodolfo Nuñez displays a thesis that links the anthropological, epistemological, gnoseological, and cognitive dimensions in the construction of knowledge in the school context.  This involves developing strategies to open up the rationalities of students to different forms of knowledge and experience so that the rationales that are in vogue do not block religious knowledge, particularly in relation to the conceptual content of the faith, or rather the Creed.  The chapter calls into question something that is specific to the invisible curriculum of the modern school: the ideological, epistemological, and gnoseological implications of the different scientific and social disciplines, and the restrictive effect they have on the development of religious and theological knowledge based on dogmatism and reductionism. Jorge Baeza and Carlos Ábrigo coincide with previous chapters by describing the education challenges for faith in the context of current culture and looking at the situation of young Chileans in particular.  To do this they describe the problems of the current discomfort in the culture and social perception in the country, and specify the existing tensions: between old and new epochal paradigms; the difficulties of teaching in the faith in the context of a multicultural and multi-confessional reality; the complexity of education in the faith that is also characterized by the communal and popular aspects in a culture marked by the individual and by personal satisfaction; the problems of the rule of a logical rationality versus a rationality of meaning associated with faith; and the requirement of teaching in the faith through testimony rather by discourse. These tensions emphasize the need for new pedagogical guidelines, which the authors address at the conclusion of the text.  This chapter thus contributes with tensions and guidelines so that education in the faith is renewed within the framework of a culture of encounter. Finally, Miguel Arce presents an experience of a Catholic school in a vulnerable context that develops a program of education in virtues that associates the school, parents, and children/students.  This experience takes place through various pedagogical and organizational agencies and emphasizes integrated work that improves not only academic outcomes, but also the ad intra and ad extra school coexistence.  These types of innovations in the school-family partnership and in the form of school work, demonstrate that it is possible to achieve positive impacts in various aspects of school and community life in complex contexts without having to wait for generations. This second part offers a glimpse of the diversity of analytical perspectives and contexts from which the vital horizon of the Chilean Catholic school can be analyzed.  However, the main theme of identity continuously emerges throughout the chapters, but always in connection with an inclusive openness of contemporary culture.   The balance It was mentioned at the beginning that, in addition to the more universal view referring to the necessary dialogue between world and Church, both parts of this work could be read with a second perspective: this consists of assessing the challenges specific to the Chilean context.  Indeed, in addition to demonstrating more universal concerns about Catholic culture in dialogue with contemporary culture, the thematic references also provide clear signs of the specific problems of Chilean universities and schools.  Issues relating to the state assessment of the quality and validity of freedom of education (both for communities and for the Church, teachers, families, and students), externalize the paradoxical doubts that neoliberal-style educational policies produce in terms of the limitation of freedom of identity, adding to the more obvious problems related to educational justice (which leads to an issue that cannot be addressed here: the neostatist and neo-homogenist nature of educational neoliberalism). On the other hand, the Chilean case also allows identification of the effects of regulatory policies on teacher training and activity, and on the curriculum regarding the forms of insertion of the catholic school in every local community.  In this sense, due to the original aspects of Chilean education policy in the concert of Latin American nations, reading this compilation becomes essential to understanding how state policies and civil society culture become linked and outline the scenario of possibilities of the Catholic school and how it creatively interprets challenges and designs strategies. By way of a final summary, for all these reasons and many more that are difficult to include in a brief synthesis, this compilation stands alongside those that are considered to be obligatory references to learn about Catholic education in Chile and in the region.  It will be difficult for a field researcher to avoid referring to its contents if they aim to support their work with consistent background information.  Because of its variety of perspectives, the book joins the ranks of the International Handbook of Catholic Education (2007), compiled by two pioneers in this field, Gerald Grace and Joseph O’Keefe.  At the same time, it could be a contribution to the various English language academic journals, such as International Studies in Catholic Education, and we hope that research is subsequently undertaken in Spanish on Catholic education in the region.  This is possibly the most pressing challenge that remains: the work which is commented upon herein outlines a statement of position and reflection.  It addresses certain specific studies that enhance the work.  Given the magnitude of Catholic education in Chile and in Latin America as a whole, it therefore remains to conduct research of a varied nature with different approaches, methods, and topics to understand the peculiarities and challenges of Catholic education in the diversity of contexts in which it is situated. This academic task will be an incentive to resolve a second debt looming over the entire work: a new model of Catholic education is required that creates bridges between the mission and the theory about the identity of institutions and contemporary culture.  If this does not take place, then confusion will remain and there will be reiteration of general ideas and disjointed critical diagnosis.  The Gospel and the educational reality require the development of new approaches and cultural, institutional, and pedagogical models that display a comprehensive Catholic education with originality and effectiveness in all social sectors, and which is all-inclusive and simultaneously critical, evangelical, and excellent at the same time.  References Bauman, Z. (2004).  Modernidad líquida.  Buenos Aires: FCE. Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (2007).  Documento de Aparecida.  Buenos Aires: Oficina del Libro de la Episcopal Argentina. Grace, G., & O’Keefe, J. (Eds.). (2007).  International handbook of catholic education: Challenges for school systems in the 21st century.  Doordrecht, The Netherlands: Springer. http://dx.doi.org/10.7764/PEL.52.2.2015.12
 
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