Cambios producidos en la educación superior en Cuba han generado incremento en la matrícula y gran diversidad de estudiantes; se hace necesario desarrollar por los profesores y tutores un proceso de orientación que combata el desaliento, la deserción escolar y estimule el éxito en el proceso formativo. Se presentan algunas consideraciones que pueden resultar de utilidad como documento de consulta en la ejecución de la orientación, de manera que los educadores potencien en los estudiantes acercarse más al conocimiento de sí mismo, para equiparse con recursos que le faciliten enfrentar satisfactoriamente las complejidades del proceso formativo y de su vida cotidiana. Se señalan algunos antecedentes de este proceso, su relación con la educación y la psicoterapia; condiciones que deben cumplirse en la relación entre orientador y orientado: aceptación mutua, empatía, establecimiento de límites y responsabilidades.Como etapas de la orientación se consideran: diagnóstico, contrato, procedimientos y cierre.