En el campo deportivo, comúnmente figuran procesos de detección y selección de jóvenes talentos fundamentados en la creencia de la predestinación. Tal perspectiva desprecia el potencial educativo del deporte, asentado en la incorporación de habitus. Ignorando la praxis, sustancialmente, se crea un proceso de reproducción de oportunidades de aprendizaje en beneficio a los clasificados como talentosos. Este ensayo tiene como objetivo presentar una reflexión sociológica, basada en categorías de Pierre Bourdieu, sobre el ideario de talento innato que persiste sobre el éxito deportivo y sus implicaciones sobre oportunidades de desarrollo de jóvenes practicantes. Los ejes de análisis producidos fueron: Carácter arbitrario de los criterios de percepción y apreciación de agentes talentosos; Talento como aptitud procesal, duradera y construida de la incorporación del habitus y de capitales simbólicos valorados en el deporte; Centralidad de la herencia cultural como mecanismo de reproducción de las desigualdades en el deporte. Se concluye que, en lugar del determinismo que oscurece el éxito deportivo, existe un carácter arbitrario sobre los procesos de consagración, incluyendo la herencia cultural como mecanismo de acumulación de ventajas ocultas por el éxito deportivo. Minimizando posibles perspectivas reproductivas, se propone el talento como producto de condiciones relacionales, siendo desarrollado por los practicantes.