Abstract
Este artículo reflexiona sobre las condiciones necesarias para que la clínica y etnografía puedan constituirse en métodos de investigación en el campo del saber sobre el ser humano. Se propone que el tipo de hechos que interesan a estas investigaciones son “hechos de significación”, de tal suerte que sus dispositivos de investigación deben renunciar a modelos duros para cualificar el estatuto de los “datos” y pasar a modelos flexibles, capaces de dar un lugar a observaciones o discursos no objetivables pero sin los cuales es difícil entender lo medular de los problemas que se investigan cualitativamente. Lo observado y lo escuchado tienen ciertas especificidades en cuantos “datos”, y por ellos se propone una articulación entre ambas fuentes de información que se desmarque de la metonimia metodológica que consiste en tomar lo observado comuna una totalidad autosuficiente.