No es una afirmación poco frecuente la de que el Derecho civil es una disciplina estática, en la que nada resta por aportar ni desarrollar, pues los siglos de estudio que se le han dedicado, agotaron su repertorio de temas. No obstante , una simple observación de las revistas de Derecho, libros y publicaciones jurídicas de los más diversos países, de las sentencias que se emiten en materias civiles, del sinnúmero de leyes que se promu lgan y proyectos de ley que se proponen , permiten responder a la afirmación reseñada y entender que ella sólo puede provenir de un profundo desconocimiento del Derecho civil actual