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dc.creatorFuentealba Moena, Renán
dc.date1998-05-11
dc.date.accessioned2021-08-19T23:37:49Z
dc.date.available2021-08-19T23:37:49Z
dc.identifierhttps://revistaderecho.ucn.cl/index.php/revista-derecho/article/view/2253
dc.identifier.urihttps://revistaschilenas.uchile.cl/handle/2250/175125
dc.descriptionNo es mucho lo que yo sé de don Hugo Zepeda Barrios, excepto lo que manifesté en la palabras que pronuncié en la Iglesia de Coquimbo con ocasión de sus funerales. Cuando llegué en 1944 a ésta, entonces, Provincia, hoy Región, él era ya diputado y lo conocí por sus actuaciones como tal, pero sobre todo por referencias de quien era su colega en el estudio que compartían juntos en el puerto, don Eugenio Medina Fernández. Profesionalmente, nunca dejó de ejercer y atendió algunos asuntos de gran importancia, aún siendo parlamentario. Instaló también oficina en Santiago, pero nunca dejó de estar ligado con su tierra, a la que pertenecía y estaba enlazado por todos sus ancestros Zepeda Barrios. Su esposa Anita , por su parte pertenecía a una familia de agricultores de apellido Coll, y ello los acercaba también a La Serena.es-ES
dc.formatapplication/pdf
dc.languagespa
dc.publisherUniversidad Católica del Nortees-ES
dc.relationhttps://revistaderecho.ucn.cl/index.php/revista-derecho/article/view/2253/2538
dc.sourceRevista de derecho (Coquimbo. En línea); No. 5 (1998); 255-256en-US
dc.sourceRevista de derecho (Coquimbo. En línea); Núm. 5 (1998); 255-256es-ES
dc.source0718-9753
dc.source0717-5345
dc.titlePalabras pronunciadas el 10 de enero de 1998 en la parroquia San Pedro de Coquimbo con ocasión de los funerales de Don Hugo Zepeda Barrios, por Don Renán Fuentealba Moena, Intendente IV Región de Coquimboes-ES
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/article
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/publishedVersion


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