La administración local ha sido, desde tiempos bastantes remotos, un tema de gran relevancia y profunda discusión, por las variadas repercusiones que del mismo se infieren, no sólo para las autoridades sino fundamentalmente para el hombre común. Para abordarlo no podemos asignarle una delimitación definida, ya que estaríamos transgrediendo las normas propias de un estudio serio y reflexivo acerca de la relación gobierno-administración-ciudadanos. El estudio del presente tema, va más allá de un enfoque puramente jurídico, a través del análisis de normas positivas vigentes, lo que sin duda nos dará la pauta de razonamiento en este trabajo. Sin embargo, es preciso considerar otras variables para lograr un punto de vista científico y evaluativamente crítico, pero a la vez constructivo, de las normas referentes a la Administración Local que contempla nuestra Constitución Política, a fin de dar respuesta a la interrogante que nos hemos planteado. Resulta interesante analizar las posibilidades que se le otorgan al hombre común y corriente de manifestar su opinión acerca de la actuación de sus autoridades más directas y de los órganos encargados de velar por el desarrollo precisamente del hábitat en el cual se desenvuelve el individuo.