Habría que comenzar señalando que por primera vez en Chile un texto constitucional asegura y garantiza en forma transparente, e inequívoca, este derecho. Es la primera Carta Magna nacional que contempla, en estos términos, como una de sus garantías, el derecho a la vida. Esto que parece ser tan simple no lo es, en primer lugar, porque los efectos, las implicancias, o el alcance jurídico de este derecho no es una materia fácil, y en segundo lugar, porque los antecedentes históricos, filosóficos, éticos e incluso políticos que rodean y que explican la existencia de una garantía de esta naturaleza son también complejos, o, por lo menos, hay muchos antecedentes que deben ser considerados al momento de analizar este derecho.