En el Chile del siglo XIX, la lengua española era un asunto de interés polí­tico, por su rol fundamental en el proyecto de formación del Estado-nación independiente. De entre las facetas del lenguaje que ocuparon la atención de los intelectuales de esta época, nos enfocamos en el problema del cambio lingí¼í­stico, estrechamente vinculado con el del cambio social y cultural en general. Mediante el análisis de los discursos metalingí¼í­sticos que circularon en este periodo, y especialmente en la segunda mitad del siglo, mostramos que la valoración del cambio lingí¼í­stico en este contexto dependí­a de si se lo percibí­a como inocuo o como amenazante respecto de la unidad lingüística del mundo hispanohablante. En el primer caso, dado que la unidad era un ideal del proyecto de Estado-nación, el cambio era mirado positivamente; en el segundo caso, era objeto de actitudes negativas.