La obra lírica de Hildegard de Bingen (1098-1179) nos plantea interesantes problemas para una lectura actual. Se trata de composiciones destinadas a la liturgia de su monasterio de Rupertsberg y, si buscamos en ellas la presencia de una voz lírica propia, percibimos en primer lugar la ausencia de un "yo" gramatical y la repetida enunciación de realidades sobrenaturales y espirituales que se confirman en esta poesía como verdades objetivas. Por otra parte, la presencia frecuente de un "nosotros" gramatical y el contexto en el que esta obra fue creada, cantada y difundida, nos permite creer que la "voz propia" es aquí fundamentalmente una voz comunitaria y monástica, la voz de un "nosotros" en la comunidad modelo fundada por Hildegard. The lyrical work of Hildegard van Bingen raises interesting problems for a contemporary reading. It in eludes compositions meant for the liturgy of her monastery at Rupertsberg, and, should we loo k in them for the presence of a lyrical voice, we would first re alise the absence of a grammatical 'self', together with the repeated enunciation of supematural and spiritual realities, which confirm themselves in the poetry as objective truths. On the other hand, the frequent references toa grammatical 'we ', as well as the context within which this work was created, sung and divulged, permit the belie.f that the 'personal voice ', is, fundamentally, a monastic communitarian voice, the voice of a plurality in the model community founded by Hildegard.