Ante la consolidación de un sistema universitario global (Pfeffer y Stichweh 2015: 152), la internacionalización se ha convertido en un objetivo importante para muchas instituciones de educación superior latinoamericanas. Desde la década de los 2000, el sistema universitario de la región ha crecido exponencialmente, ampliando su matrícula de pregrado, postgrado (Avitabile 2017: 50-57; Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe 2013: 133-139) e insertándose crecientemente en los circuitos de producción científica internacional (UNESCO 2018: 16-20), dominados por el inglés. Aunque las experiencias de inglés como medio de instrucción son escasas en el subcontinente, esta lengua ha ido adquiriendo un papel más relevante en la formación universitaria, especialmente en los programas de doctorado de ciencias médicas, físicas y de la vida.