El artículo opone el sentido griego de ética (ethos) como “lugar dehabitar”, “ámbito abierto de morada”, con un espacio como “dispositivo” (Gestell), calculado y útil, donde el Ser-ahí no puede ser salvado. En textos tardíos de Heidegger aparece una ética negativa epocal vinculada a conceptos como técnica, privación, caída. No se habita en supermercados o montañas sagradas transformadas en dispositivos turísticos. Para Derrida, se trata de una “Teleología Humanista”. El poeta señala la topología del “ser-en-el-mundo”, una morada histórica de sentido y permanencia en la cercanía del ser. Abre también el habitar a la “Cuaterna” (Geviert) donde moran tierra y cielo, mortales y divinos. Lo divino es un persistente “pasar al lado” que se encuentra en la quietud y sencillezdel camino del campo.