The following article offers a intergenerational learning experience through service-learning (SL). It is an educational method based on experience that allows the students to be involved in their own learning beyond the traditional classroom model. Its aim is to analyze the educational benefits that this method provides, during a project based on the intergenerational Outreach Program that took place in the Bachelor’s Degree of Social Education, taught at the University of Valladolid. Through case study methodology, the participant’s voices are taken into account, while highlighting the importance of self-reflective praxis shared with the students and the knowledge that links community needs to curriculum. It explores the necessary balance between professional growth and social commitment, coming from a University that is open to the outside world, offering its students practical experiences in a real world setting, which turns SL into a high-impact methodology.El presente artículo ofrece una experiencia formativa intergeneracional a través del aprendizaje-servicio (ApS). Una pedagogía experiencial que involucra a los estudiantes en su propio aprendizaje, más allá del modelo de aula tradicional. Su objetivo es analizar las bondades formativas que este método brinda durante un proyecto ubicado en el Grado de Educación Social impartido, en la Universidad de Valladolid, en base al Programa de Acercamiento Intergeneracional. Mediante la metodología de estudio de caso, se recoge la voz de las personas participantes; destacándose la importancia de la práctica reflexiva, compartida con los estudiantes y los aprendizajes que conectan las necesidades comunitarias con el currículum. Se profundiza en el necesario equilibrio entre desarrollo profesional y compromiso social, desde una Universidad abierta al exterior, ofreciendo experiencias prácticas a los estudiantes en un contexto del mundo real que hace del ApS una metodología de alto impacto.