Los escasos daños que el terremoto del 27 de febrero de 2010 ocasionó en la Unidad Vecinal Portales, introducen un nuevo interés en el estudio de su estructura sismorresistente, el comportamiento de los elementos y en cómo comparece el carácter telúrico en el diseño arquitectónico. Constatamos en sus bloques edificados una transformación de la modernidad europea y que, pese a las aparentes semejanzas formales y consonancia con los principios de ésta, parece sugerir una manera de diseñar propia anclada en el efecto del movimiento de las placas tectónicas. El diseño chileno responde a la sismicidad de nuestro territorio y los modernos pilotis europeos se transforman en un lenguaje estructural a base de muros. El muro desencadena una arquitectura propia – local – generada por los esfuerzos laterales que deben resistir los elementos que conforman los bloques de la villa. Bresciani, Valdés, Castillo y Huidobro capturan el espíritu de la época en su forma de proyectar al ejecutar el conjunto densificado separando áreas verdes y circulaciones. Pero, la condición sísmica aparece como factor principal. Luego, es posible postular el nacimiento de una tipología de vivienda moderna a partir de un método proyectual que considera al sismo como variable fundamental.