Show simple item record

dc.creatorInostroza, Rodrigo
dc.date2022-04-21
dc.date.accessioned2023-01-18T16:29:52Z
dc.date.available2023-01-18T16:29:52Z
dc.identifierhttp://revistas.umce.cl/index.php/iter/article/view/1800
dc.identifier.urihttps://revistaschilenas.uchile.cl/handle/2250/220581
dc.descriptionSi hoy se nos preguntase cuál es el antónimo de amor y mujer, responderíamos sin dudar: odio y hombre. Y aunque nos separen dos mil quinientos años de Heráclito, también entonces para los helenos la respuesta habría sido, con algunos matices, espontáneamente la misma.La razón de ello no se encuentra sólo en nuestra afinidad históricocultural, sino, sobre todo, en una constante antropológica que nos condiciona humanamente a reconocer la realidad natural y humana a partir de patrones o paradigmas de oposición y semejanza. El principio de oposición, tan característico de Heráclito particularmente por medio de la paradoja, no era una novedad para los mismos griegos; por el contrario, uno de los rasgos característicos de la idiosincracia helénica era precisamente la captación de la realidad a través de este paradigma oposicional.es-ES
dc.formatapplication/pdf
dc.languagespa
dc.publisherCentro de Estudios Clásicos Giuseppina Grammatico Amari, Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educaciónes-ES
dc.relationhttp://revistas.umce.cl/index.php/iter/article/view/1800/1761
dc.sourceIter; Núm. 10 (2002): El hombre, todo el hombre; 79-88es-ES
dc.source0718-1329
dc.titleEl (Acuitamiento de EPOΣ y ΓγNH en Heráclitoes-ES
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/article
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/publishedVersion


This item appears in the following Collection(s)

Show simple item record