En este artículo se caracteriza la historia socioeconómica de Tocopilla, enfatizando en los macroprocesos y en sus derivaciones sanitarias y políticas, analizándose en una última etapa las agencias comunitarias que, en el marco de una serie de protestas, buscaron revertir el devenir espeso de la asimetría, la desigualdad y la precariedad en la atención de salud. En esa dirección, este manuscrito plantea dos hipótesis, la primera remitida a que los procesos del capitalismo minero históricamente demuestran la necesidad de una subsidiaridad comunitaria, en el sentido que alguien tiene que pagar los costos y subsidiar con una diversidad de disposiciones a una actividad ajena. Como segundo planteamiento, proponemos que los procesos comunitarios que agenciaron visibilizadas protestas en el año 2013, en las cuales se expresó la acumulación de las memorias de las asimetrías, solamente devinieron en la manifestación de un relato localista el cual se sustentó en una performatividad, por efecto de representaciones contenciosas, que no alteraron las estructuras del sistema económico y sanitario que a nivel regional profundizan el rezago.