En la estrecha dicotomía entre naturaleza y artificio, el hombre vive y crea. En la perenne búsqueda de un estado de satisfacción y perfección, el desarrollo urbano y tecnológico ha alimentado nuestro polo artificial alejándonos de un entorno biofìlico, ambiental terrestre y de su consecuente equilibrio psicofísico. Buscando encontrar una resolución a las evidentes catástrofes ambientales y a las crecientes patologías que hoy afectan a la especie humana, el último siglo nos encuentra aplicando un enfoque sostenible en el campo sociológico y ambiental. En arquitectura se pone la atención en los componentes naturales del ambiente, de la especie humana y de sus necesidades innatas, sociales y biofìlicas. En este artículo analizamos brevemente algunas reflexiones sobre la matriz dual del hombre y de su búsqueda hacia un estado de bienestar dentro de su ambiente construido. En un estudio fenomenológico buscamos recabar una síntesis que englobe todos los factores y elementos que se relacionen con la construcción de un ambiente empático capaz de dialogar con el usuario final evocando recuerdos, asociaciones y percepciones positivas, limitando la aparición de estrés y favoreciendo, al contrario, un estado de bienestar.