Poco se sabe sobre el quehacer de la compositora e intérprete Marta Canales Pizarro. Sin embargo, gracias a estudios recientes sobre su figura, se ha logrado ampliar su margen de acción, reconociendo en su labor diferentes actividades relacionadas con la música. En esta ocasión, me propongo destacar las instancias y espacios que Marta Canales gestionó en relación con la práctica musical, poniendo especial atención en el trabajo desarrollado a través de la Sociedad Protectora de Ciegos Santa Lucia, ya que este ha sido un aspecto ignorado de su quehacer. Además de realizar un análisis historiográfico de estas instancias, propongo un enfoque desde los estudios de género que considere las implicancias de este en la proyección de dichas iniciativas. Por otro lado, me interesa reflexionar sobre la relevancia de sus acciones tanto para la escena nacional como para quienes formaron parte de los proyectos. Finalmente, busco valorar su gestión y reivindicar un quehacer invisibilizado por la historiografía de la música académica en Chile.