Este ensayo propone leer la novela Huaco Retrato (2021) de Gabriela Wienercomo una contranarrativa del neocolonialismo en el contexto contemporáneo. Valiéndose del bastardismo (María Galindo), un espacio de huida al binarismo sexual y los mandatos culturales de pertenencia y origen a las identidades racializadas por el colonialismo, Wiener elabora un lenguaje y una forma para contar su experiencia vivida y familiar a contrapelo de las narrativas patrilineales, coloniales y de estructura logofalocéntrica. Desde esta mirada, escarba en las tramas de violencia colonial y de género que configuran la historia familiar y colectiva y que ella misma experimenta en su propia experiencia racializada y generizada para visibilizar la raíz bastarda que constituye a la cultura latinoamericana. De este modo, desmonta el yo individual para reconocerse en la comunidad silenciada, la abuela, la madre y juan, el niño indígena, convirtiéndose en un símbolo de resistencia. Así, la bastardía opera desde las inscripciones del lenguaje al subvertir las convenciones de los géneros textuales biográfico-testimonial que privilegia la figuración tradicional del héroe masculino y el estado-nación, para dar forma a una escritura impura e hibrida que mezcla la autobiografía, la autoficción, la memoria y la escritura del yo.