The current phenomenon of globalization, understood as the living awareness of the different elements of human existence are interconnected, is no stranger to Christian thinking. On the contrary, is the Christian faith as noted by Romano Guardini, the inspiration for this phenomenon and the right place for authentic growth. Globalization is therefore a theological question is, since it is Christ who enters the human gaze upon the world the universal perspective that only God can give. The human perspective is universal and global, beyond all particularism, when you learn to see things in the world from God’s perspective. Just participating in the eyes of God, manifested in Christ, man is freed from its own enclosure and can be thought of as global existence and take responsibility for it.El fenómeno actual de la globalización, entendido como la conciencia viva de que los distintos elementos que conforman la existencia humana están conectados entre sí, no es ajeno al pensamiento cristiano. Por el contrario, es la fe cristiana, tal como apunta Romano Guardini, la fuente inspiradora de dicho fenómeno y el lugar adecuado para su crecimiento auténtico. La globalización es, por tanto, una cuestión teológica a se, puesto que es Cristo quien introduce en la mirada humana sobre el mundo la perspectiva universal que sólo Dios puede dar. La perspectiva humana se hace universal y global, más allá de cualquier particularismo, cuando se aprende a mirar las cosas del mundo desde la perspectiva divina. Sólo participando de la mirada de Dios, que se manifiesta en Cristo, el hombre se libera de su propia clausura y puede pensar la existencia como globalidad y hacerse responsable de ella.