Este texto hace referencia a noticias de jesuitas españoles que realizaron alguna práctica musical entre los siglos XVI y XVIII, ya sea como intérpretes, compositores o teóricos de la música, tanto aficionados como profesionales. Comenzamos nuestro trabajo considerando al propio fundador de la Orden, San Ignacio de Loyola, de quien hay varios relatos sobre su amor por la música y la práctica musical. A continuación, se pasa a hablar de destacados músicos de los siglos XVII y XVIII, con excepción de los llamados jesuitas expulsados: Juan Andrés, Esteban de Arteaga y Antonio Eximeno, figuras que ya han sido estudiadas por distinguidos especialistas. En el siglo XVII, tenemos al Padre Juan Eusebio Nieremberg, un teólogo y pensador prominente de la Compañía, cuyos intereses intelectuales también incluían la música. Después, el padre José de Zaragozá, profesor de matemáticas de Carlos II de Austria y notable teórico de la música, o el padre Bernardo Lozano, director de la Capilla de Música del antiguo Colegio Imperial de Madrid, que en los últimos años se ha erigido como un importante músico de la Orden, con referencias que se remontan aproximadamente a mediados del siglo XVIII hasta 1767, el año de la expulsión de la Compañía de Jesús de todos los territorios de España.El presente escrito trata sobre noticias de jesuitas españoles que realizaron alguna práctica musical entre los siglos XVI al XVIII, ya sea como intérpretes-ejecutantes, compositores o como teóricos musicales, tanto aficionados como profesionales. Partimos nuestro trabajo considerando al propio fundador de la Orden, San Ignacio de Loyola, del cual se tienen varias noticias sobre su gusto por la música y su práctica musical, para luego continuar con destacados músicos reconocidos de los siglos XVII y XVIII, con excepción de los llamados jesuitas expulsos; Juan Andrés, Esteban de Arteaga y Antonio Eximeno, figuras que ya han sido estudiadas por destacados especialistas. En el siglo XVII, tenemos al padre Juan Eusebio Nieremberg, teólogo y gran pensador de la Compañía, entre cuyas inquietudes intelectuales también figuró la música. Luego, al padre José de Zaragozá, profesor de Matemáticas de Carlos II de Austria y destacado teórico musical o el padre Bernardo Lozano, director de la Capilla de Música del antiguo Colegio Imperial de Madrid, que desde hace unos años se ha develado como un importante músico de la Orden cuyas referencias encontradas datan desde aproximadamente mediados del siglo XVIII hasta 1767, año de expulsión de la Compañía de Jesús de todos los territorios de España.