Both quantitatively and qualitatively, I feel that both literary criticism and historiography are currently undergoing a period of expanding boundaries, shifting boundaries, and embracing new and flavorful perspectives in Chile. I do not intend to provide names or titles in what follows, as such a practice is not in good taste, but I believe that the book by Naín Nómez to which I will refer shortly constitutes a clear representative of the renewing trend that is increasingly and effectively taking hold of the consciousness of our specialists (note).Cuantitativa y cualitativamente, yo siento que tanto la critica como la historiografía literaria están pasando en Chile por un periodo de expansión de fronteras, de corrimiento de cercos, de apropiación de nuevas y sabrosas perspectivas. No me propongo suministrar en lo que sigue ni nombre ni títulos, porque esa práctica no es del mejor gusto, pero creo que el libro de Naín Nómez al que me referiré enseguida constituye un representante cabal de la tendencia renovadora que en buena hora y cada vez con mayor eficacia parece estarse apoderando de la conciencia de nuestros especialistas (nota).