In the 21st century, mental health has globally emerged as a highly relevant issue, particularly among young people, who face significantly increased levels of stress, anxiety, and depression, a situation exacerbated by the COVID-19 pandemic. This thesis explores the impact of independent art as a tool for personal expression and support in the context of the youth mental health crisis in Chile. Through interviews with a group of young artists who practice creative activities independently, we analyze how the act of creating can positively influence their emotional well-being, facilitating emotional management and promoting personal development. The results underscore that independent artistic practice creates safe spaces for individual expression, fosters self-discovery, and contributes to developing resilience in the face of difficult situations. This analysis suggests that independent art has enormous potential as a tool to address youth mental health challenges, opening avenues for new psychosocial support strategies.En el siglo XXI, la salud mental ha emergido como un tema de gran relevancia a nivel global, particularmente entre los jóvenes, quienes enfrentan un incremento significativo en los niveles de estrés, ansiedad y depresión, situación agravada por la pandemia de COVID-19. Este texto se centra en explorar el impacto del arte autónomo como una herramienta de expresión y apoyo personal en el contexto de la crisis de salud mental juvenil en Chile. A través de entrevistas realizadas un conjunto de jóvenes artistas que practican actividades creativas de manera independiente, se analiza cómo el acto de crear puede influir positivamente en su bienestar emocional, facilitando la gestión de emociones y promoviendo su desarrollo personal. Los resultados subrayan que la práctica artística autónoma genera espacios seguros para la expresión individual, fomenta el autodescubrimiento y contribuye a desarrollar resiliencia frente a situaciones difíciles. Este análisis plantea que el arte independiente tiene un enorme potencial como herramienta para enfrentar los desafíos de la salud mental juvenil, abriendo caminos hacia nuevas estrategias de apoyo psicosocial.