El Testamentum militare describe un privilegio para los soldados: todas las reglas del derecho testamentario romano clásico que podrían de una u otra manera restringir la libertad de disposición mortis causa no se aplican a los soldados. Así, los soldados bajo el pro parte testatus pro parte intestatus decedere, no están sometidos a la lex Falcidia y tampoco a las reglas relativas a la protección de los miembros de la familia como la querela inofficiosi testamenti. Los juristas clásicos calificaron el testamentum militare como ius singulare para así asegurarse que la ius commune válida para los ciudadanos romanos normales no fuera contaminada por este derecho especial motivado por razones políticas. Esta estigmatización del testamento de los soldados no se derogó hasta las codificaciones del siglo XIX, cuando se reconoció que el testamento de los soldados aplicaba el principio de la autonomía privada o de la libertad de disposición mortis causa mucho más que el derecho testamentario romano clásico.