El reconocimiento de la necesidad del cambio en las instituciones, centrada en la cultura interna y la mejora, es algo que hoy pocos discuten en el terreno de la gestión escolar —dadas las variaciones culturales, sociales y económicas que presentan las poblaciones demandantes—; sin embargo, llevamos varias décadas de reformas de los sistemas edu­cativos nacionales, centradas en cambios impuestos, que han dejado resultados dudosos en términos de su efectividad, lo que ha ido erosionando la motivación de los actores in­ternos en relación al impacto de estas estrategias para mejorar las condiciones existentes. En este artículo describiremos una experiencia de trabajo en red, fundamentada en la necesidad de mutar hacia formas de trabajo colaborativo con el fin de empoderar a las co­munidades educativas mediante equipos interinstitucionales. La experiencia se caracteriza por la construcción de liderazgos transversales, centrados en la integración, mediante procesos comunicacionales basados en la diversidad y dinamizados por el enriquecimien­to mutuo y el aprendizaje permanente.