Este artículo está inspirado en la obra de Herbert Simon The Sciences of the Artificial, de 1981, así como en la vuelta de tuerca, de inspiración heideggeriana, que Gui Bonsiepe le viene dando desde hace un par de décadas a la teorización de la actividad proyectual proveniente de la Escuela de Ulm (y, más atrás, de la propia Bauhaus). Esclareciendo esencialmente (y mediante el concepto de interfaz) la relación entre las ciencias de lo artificial y el dominio de lo que el artículo denomina design (para distinguirlo del diseño en un sentido estrecho: diseño industrial, diseño gráfico), pretende abrir un camino que conecte a éste, y muy particularmente a una de sus formas, la arquitectura, con la cuestión contemporánea del biopoder y la biopolítica.