Imaginar que la Iglesia Católica es una estudiada estructura de comunicación similar a las conocidas corporaciones multinacionales no es un sacrilegio, sobre todo si ha demostrado a través de la historia lo visionario de su estructura, lo actual de su metodología y lo flexible de su estrategia.  Tanto es así, que no es difícil encontrar en los libros especializados de marcas, visión del marketing, estudios de mercados, así como en el discurso de sus ejecutivos, un paralelo en el empleo de los significantes de términos y conceptos.  Donde encontramos expresiones como fidelidad, misión, imagen, comulgar, seguidores, amenazas, utilizados no el sentido “católico”, sino en el recién mencionado.Es interesante observar la similitud del lenguaje y metodologías usadas por la iglesia y las estrategias de las transnacionales, para lograr el objetivo de evangelizar a esta sociedad global, predicándole que en el consumo de sus productos está la salvación de su identidad.