dc.description | Se ha determinado que un tercio de la vida de la flor cortada está influenciada por el ambiente de precosecha, mientras que los dos tercios restantes por el manejo y las condiciones reinantes después del corte. El transporte de flores a largas distancias se ha ido incrementando debido a que países como Kenia, Zimbabwe, Australia, Chile, Tailandia, Sudáfrica, Polonia, India y China se han ido incorporando a la producción florícola y cuentan con extensos programas para la exportación, sin embargo se encuentran distantes de los principales centros de comercialización y consumo como son Estados Unidos de Norteamérica, Europa y Japón. Lo anterior conlleva la necesidad de desarrollar tecnologías que permitan mantener la calidad de las flores cortadas, tales como conservación a bajas temperaturas, el uso de biocidas como el cloro o de preservantes químicos inhibidores del etileno (TSP), principal elemento causante de la maduración y senescencia de flores y frutos, o el empleo de técnicas mecánicas como el corte de los tallos bajo el agua, o la inmersión en ácido cítrico o aguas que contengan productos comerciales como Florissima o Pokon, entre otros. La calidad de los productos florales demandados por los consumidores europeos es extremadamente alta, los estándares de calidad de la Unión Europea están definidos en la norma 316/68 en la que se fijan los requerimientos mínimos para las flores cortadas y su tratamiento en postcosecha. En el presente trabajo se analizan las causas de la senescencia de las flores de corte y los preservantes no contaminantes para prolongar su vida útil en jarrón en forma respetuosa con el medio ambiente. | |