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dc.creatorSarría-Echegaray,Pedro L
dc.creatorArtigas-Sapiaín,Christian E
dc.creatorRama-López,Julio
dc.creatorsoler-Vilarrasa,Ramona
dc.creatorTomás-Barberán,Manuel D
dc.date2014-01-01
dc.date.accessioned2019-04-25T13:20:53Z
dc.date.available2019-04-25T13:20:53Z
dc.identifierhttps://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-48162014000200005
dc.identifier.urihttp://revistaschilenas.uchile.cl/handle/2250/74072
dc.descriptionIntroducción: El órgano vomeronasal (OVN) descrito por Jacobson en mamíferos distintos al ser humano, es una incógnita tanto en lo que se refiere a su localización así como a su función en la raza humana. Se considera como un vestigio del olfato, que en los animales mamíferos parece influir en los hábitos sexuales (feromonas) y sociales. Hasta la fecha han sido escasos los estudios concluyentes al respecto en humanos. Objetivo: Conocer la prevalencia del órgano vomeronasal en nuestras consultas. Material y método: Presentamos un estudio prospectivo de prevalencia de la frecuencia de aparición de dicho órgano en 150 sujetos distribuidos por edad y sexo, explorados por endoscopia nasosinusal rígida. Por otro lado, analizamos la influencia sobre la libido (normal-disminuida-aumentada) en el posoperatorio de 35 septoplastías, a los 15 días tras retirada de taponamiento nasal y a los 30 días y lo comparamos con un grupo de 40 pacientes intervenidos timpanoplastías. Resultados: Estudiados 150 sujetos, encontramos la presencia del órgano vomeronasal en el 39,33% (59), de los cuales el 72,88% (43) fue unilateral (23 derecha y 20 izquierda) y el 27,12% (16) bilateral. En 91 (60,67%) no hallamos dicha estructura. La libido de los 35 pacientes intervenidos de septoplastía estaba disminuida, a los 15 días, en el 77,14% (27) frente al 40% (16) de las timpanoplastías, normal en el 17,14% (6) frente al 50% (20) de las cirugías otológicas, y en 2 (5,7%) poseptoplastía había aumentado, frente al 10% (4) del otro grupo. A los 30 días, en el 77,14% (27) de las septoplastías se había normalizado frente al 90% (36) del grupo otológico, en 2 (5,71%) de la cirugía nasal continuaba disminuida frente al 10% (4) del grupo de las timpanoplastías y en 6 (17,14%) tras septoplastía había aumentado. A todos los pacientes se les aplicó el mismo test no normalizado. Conclusión: El órgano vomeronasal de Jacobson continúa siendo un gran desconocido. Es una estructura que, al parecer, no es constante, al menos a la exploración endoscópica nasosinusal. Es difícil valorar si la cirugía en sí misma o el trauma psicológico posquirúrgico son los que afectan la libido de los pacientes tras la cirugía.
dc.formattext/html
dc.languagees
dc.publisherSociedad Chilena de Otorrinolaringología, Medicina y Cirugía de Cabeza y Cuello
dc.relation10.4067/S0718-48162014000200005
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccess
dc.sourceRevista de otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello v.74 n.2 2014
dc.subjectÓrgano vomeronasal de Jacobson
dc.subjectlibido
dc.subjectferomonas
dc.subjectseptoplastía
dc.titleÓrgano vomeronasal: Estudio anatómico de prevalencia y su función


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