Despite the importance of play in early education, it has not been addressed sufficiently in terms of research and academic development. While there is literature that deals with its methodological importance, it has not been relieved in the context of teaching and pedagogical action. It is assumed that play is a natural childhood activity and responds to children's motivation to meet the need for entertainment, however, recreational activity has adaptive advantages over other behaviors and is a source of lifelong learning. This article presents a reflection on the benefits of play in pedagogical action, considering that early childhood learning sets up an essentially playful stage. It is concluded that play can become a cultural space, an activity and a source of learning, which transcends the limits of entertainment or pedagogical tool or technique.A pesar de la importancia del juego para la educación inicial, no ha sido atendido en su justa dimensión en términos investigativos y de desarrollo académico. Si bien existe literatura que trata sobre su importancia metodológica, no se ha relevado en el contexto de la didáctica y la acción pedagógica. Se asume que el juego es una actividad natural de la infancia y que responde a las motivaciones de los niños y niñas para satisfacer la necesidad de entretenimiento; sin embargo, la actividad lúdica reviste ventajas adaptativas sobre otras conductas y constituye una fuente de aprendizaje permanente. El presente artí­culo expone una reflexión en torno a los beneficios del juego en la acción pedagógica, considerando que el aprendizaje en la infancia temprana configura una etapa esencialmente lúdica. Se concluye que el juego puede adquirir un carácter de espacio cultural, una actividad y una fuente de aprendizaje, trascendiendo a la limitación de entretenimiento o de herramienta o técnica pedagógica.