This paper puts forward an educational proposal that reclaims the role of graffiti as the object of study of the subject of Spanish for foreign students. Letting aside its underused didactic potential from a linguistic perspective (as a written text), the graffiti can also be considered as a wonderful pedagogical tool that promotes critical thinking and the training of intellectually active citizens. The inclusion of graffiti in the curriculum is backed up by an educational framework that gives priority to transversality as the backbone that allows the improvement of pedagogy as just the transmission of knowledge and fosters the development of students capable to apply them to become socially engaged.Este artículo plantea una propuesta educativa que reivindica la inclusión del graffiti1 como objeto de estudio de una asignatura de español para extranjeros. Además de su infravalorado potencial desde una perspectiva meramente lingüística (como texto escrito), el graffiti puede resultar, sobre todo, una magnífica herramienta pedagógica que promueva el pensamiento crítico y la formación de ciudadanos intelectualmente activos. La incorporación del graffiti al currículo académico se justifica por la existencia de un marco educativo que prima la transversalidad como eje central para superar la mera concepción de la enseñanza como transmisión de conocimientos, así como alienta el desarrollo de alumnos capaces de aplicar los mismos para adquirir un compromiso social.