El presente artículo busca describir los modos de subjetivación y agencia con que nos enfrenta el relato de Marina Vidal en la película “Una Mujer Fantástica” (2016). Se revisan escenas del filme que muestran los conflictos externos e internos con los cuales debe lidiar la protagonista tras la pérdida de su pareja. Se evidencia que el malestar subjetivo que ella experimenta es causado por la discriminación institucionalizada (sistema legal, policía, red de salud, iglesia) y por la familia de su pareja, quienes dificultan su proceso de duelo. Estos hallazgos son discutidos teóricamente  y se concluye que la película construye una narrativa de la persona que no depende de lo trans para ser contada, lo cual explicaría que esta historia haya sido aceptada y reconocida por una cultura heteronormada. Al mismo tiempo, la película crea un relato que margina prácticas y significados propios de la cultura chilena y Latinoamericana invisibilizando aspectos de la identidad de género vinculados a la pobreza, las migraciones, la raza, el nivel socioeconómico y educacional