This article analyzes the relationship between heritage education and cultural identity, focusing on how technological advances facilitate this process. Cultural heritage, as a collective memory and identity element of communities, allows the formation of participatory citizens committed to their environment through education in attitudes and identity values and the outcome of a sense of belonging through the appropriation of culture that heritage education can provide. The latter promotes cultural identity within the framework of a globalized society, in which people must move and identify themselves at different identity levels: individual, local, national, and global. For this, using technologies becomes an ally that, in addition to integrating digital skills and competencies, promotes motivation in the learning process. Sharing cultural heritage through technology allows democratizing access to people, enhancing the valuation, recognition, and dissemination process in different communities. Thus, incorporating heritage through technology through heritage education for teaching-learning processes from the first levels of education will facilitate cultural identity development.Este artículo tiene por objetivo analizar la relación entre la educación patrimonial y la identidad cultural, poniendo atención en la manera en que los avances tecnológicos facilitan este proceso. El patrimonio cultural, como memoria colectiva y elemento identitario de las comunidades, permite la formación de ciudadanos participativos y comprometidos con su entorno a partir de la educación en actitudes y valores identitarios, y el desarrollo del sentido de pertenencia mediante la apropiación de la cultura que la educación patrimonial puede entregar. Esto potencia el desarrollo de una identidad cultural en el marco de una sociedad globalizada, en la cual las personas deben desplazarse e identificarse en distintos niveles de identidades: individual, local, nacional y global. Para ello, el uso de tecnologías se convierte en un aliado que, además de integrar habilidades y competencias digitales, promueve la motivación en el proceso de aprendizaje. La difusión del patrimonio cultural a través de la tecnología permite democratizar el acceso a las personas, lo que potencia su proceso de valoración, reconocimiento y difusión en las diversas comunidades. De este modo, incorporar el patrimonio a través de tecnología mediante la educación patrimonial para los procesos de enseñanza-aprendizaje desde los primeros niveles de educación, facilitará el desarrollo de la identidad cultural.