Propongo unas indicaciones para mirar de una manera políticamente relevante. Lo más importante para una educación inclusiva es enseñar maneras de mirar a todas las imagines, todas las expresiones visuales que nos rodean y provocan. Esto exige una metodología de la lectura visual que es a la vez detallada y que sitúe a la imagen en su encuadre social. Como explicación analizo dos obras de arte por artistas localizadas en dos lados del mundo, en Asia, la india Nalini Malani, con su obra más reciente hecha durante el confinamiento de 2020-21, y la colombiana Doris Salcedo, con la última obra suya que he podido ver y experimentar. Cada obra que invoco aquí íntegra una visión política, una crítica aguda muy pertinente con una estética poderosa. Es por esta integración que las artistas consiguen solicitar el afecto, que es indispensable para lograr la participación a la vez intelectual y emocional del espectador, que así se vuelva participante. La imagen no necesita temáticamente centrarse en asuntos políticos específicos, como en el arte activista. Más importante porque resulta más efectivo es que dicha imagen consigue activar al espectador. Así, propongo desplazar la atención y la meta del arte del activismo a la activación.