La Educación y Formación Profesional (FP) en Suecia ha evolucionado a través de ciclos relacionados con puntos de vista políticos sobre el papel que debe des­empeñar en el desarrollo de la sociedad, en particular en relación con la emplea­bilidad y la cohesión social. Desde la década de 1950, las autoridades públicas han llevado a cabo sobre todo la FP, y hasta finales de 1980 la responsabilidad recaía en el gobierno central. A principios de 1990 se inició un proceso de des­centralización, y la responsabilidad y la financiación se desplazó a los municipios. Este artículo analiza estas transiciones en la FP, centrándose sobre todo en cua­tro modelos de organización. La principal intención de este artículo es propor­cionar una plataforma para el debate sobre las consecuencias de líneas específicas de desarrollo en la FP. En un momento en que los modelos de formación pro­fesional en países como Alemania y Suiza se han convertido en una referencia de desarrollo esperado es de suma importancia examinar aspectos específicos del contexto antes de realizar cualquier otro uso de la experiencia internacional.