El presente artículo explora el surgimiento del proyecto educativo en México y algunas de sus influencias filosóficas más emblemáticas. La fundación de la Preparatoria Nacional (1867) marca el paso de la organización educativa de la constitución política del país hacia una organización de la instrucción separada de la Iglesia y patrocinada por el Estado. No obstante, son las Conferencias pronunciadas por los integrantes del Ateneo de la Juventud Mexicana a propósito del primer centenario de la Independencia de México (1910) las que marcaron la búsqueda de un proyecto para la construcción de una identidad nacional. Su actitud filosófica, en congruencia con su activismo político marcado por el humanismo, se separa del positivismo predominante de la era del Porfiriato (1876 – 1911). De tal modo que, no sólo se limitaron a criticar la dictadura de Porfirio Díaz, sino que también participaron en la reconstrucción del país después de la Revolución (1910).