This article reflects on epistemology as a means to elucidate how knowledge practices are produced and transformed within academic communities. It places particular emphasis on the dynamics that emerge in each community and the agentive role played by its members in the co-construction of disciplinary knowledge, from a socioconstructivist perspective. The study highlights the importance of culturally shaped discursive genres, which contribute to the collective construction of knowledge and the establishment of social representations that characterize both the members and their discursive environments, with all their specificities. It reinforces the notion that academic practices are both learning processes and social practices, as dialogic-reflective interactions among members allow knowledge practices to be established with varying degrees of disciplinary affiliation and updating. Finally, it concludes that success within these communities is largely determined by the promotion of a visible pedagogy that acknowledges the plurality of voices and perspectives in academic training and interaction spheres, emphasizing identity-building in professional development. Therefore, this approach seeks not only to validate rigorous knowledge, but also to foster an environment in which both experienced and novice literates can problematize and re-signify academic discourse, thereby enriching the educational experience in higher education.Este artículo reflexiona en torno a la epistemología como un medio que pretende dilucidar cómo se producen y transforman las prácticas de conocimiento al interior de las comunidades académicas. Se enfatiza especialmente en estas dinámicas generadas en cada comunidad y en el rol agentivo que desempeñan sus participantes para el logro de la coconstrucción del saber disciplinar, desde el enfoque socioconstructivista. Se destaca la importancia de los géneros discursivos configurados culturalmente, que contribuyen a la construcción colectiva de dicho conocimiento y a la instalación de representaciones sociales que caracterizan a estos miembros y a sus medios discursivos, con todas sus particularidades. Se refuerza la noción de que las prácticas académicas son tanto procesos de aprendizaje como prácticas sociales, ya que las interacciones dialógico-reflexivas entre los miembros permiten instalar las prácticas de conocimiento con distintos grados de pertenencia y actualización disciplinar. Finalmente, se concluye que el éxito en estas comunidades está determinado, en gran medida, por la promoción de una pedagogía visible que reconozca la pluralidad de voces y perspectivas en las esferas de formación e interacción académica, realzando el valor identitario en la construcción profesional. Por lo tanto, este enfoque no solo busca validar el conocimiento riguroso, sino también, fomentar un ambiente donde expertos y noveles alfabetizados puedan problematizar y resignificar los discursos académicos, enriqueciendo así la experiencia formativa en la educación superior.