La necesidad y la importancia de mejorar instituciones educativas caracterizadas por la complejidad, promueve la reflexión y el debate alrededor de los retos que tienen en una realidad constantemente cambiante. Esta aportación gira sobre dos de esos retos clave: la colaboración y la inclusión. En el primer caso, la colaboración se muestra como una herramienta capaz de favorecer instituciones educativas más abiertas, flexibles y partici­pativas. En el segundo, la inclusión se orienta al compromiso de las instituciones educa­tivas con la atención a la diversidad. También se repara en algunas consideraciones que, desde la organización y gestión de instituciones educativas, debiesen tomarse en cuenta ante la asunción de los retos planteados. El énfasis final se instala en la incidencia que adquieren, tanto la colaboración como la inclusión, para una óptima convivencia en las instituciones educativas.