Luis Orrego Luco, reconocido escritor chileno de las primeras décadas del siglo XX, como editor de la Revista Selecta (1909-1912) redacta para cada uno de los 48 números editados una editorial titulada “Hechos y notas”. En dichas páginas es posible advertir la presencia de un género híbrido que transita entre la columna de opinión y el artículo periodístico. El propósito de este trabajo es problematizar las características del discurso del escritor legitimado y la negociación que efectúa entre  su voz personal y la voz institucional de la revista que representa. Analizando algunas de las columnas de su autoría, se intenta demostrar la hipótesis de que, valiéndose de su posición en el campo cultural, institucionaliza sus preocupaciones personales para transformarlas en una suerte de proyecto cultural para Chile en la víspera y los inicios del segundo centenario de vida republicana.